Mudarra vuelve a ejecutar la venganza

A. Pérez
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Unas 300 personas disfrutaron el viernes de la obra 'Los Siete Infantes de Lara'. Anoche, el patio de la iglesia de Castrillo de la Reina se llenó

La cabeza del traidor Ruy Velázquez ha vuelto a ser cortada ya hasta en dos ocasiones en Castrillo de la Reina. Las casi 100 personas que se encuentran detrás de esta representación han vuelto a hacer posible la venganza. Castrillo de la Reina acogió, el viernes y ayer por la noche, la representación de la obra de teatro Los Siete Infantes de Lara. Una adaptación del texto El bastardo Mudarra de Lope de Vega.

Esta noche es la última oportunidad para acudir a la portada de la iglesia del pueblo y disfrutar de la representación. Una treintena de actores suben al escenario y dan vida a los Siete Infantes, Gonzalo Gustios, Zaida, el rey moro Almanzor, el traidor Ruy Velázquez o la malvada Doña Lambra.

El tiempo ha acompañado, algo fundamental, ya que la representación se realiza en el patio de la iglesia al aire libre. Dos escenarios se recrean en la portada del templo, el reino cristiano y el musulmán. Las telas del pórtico de la iglesia diferencian uno de otro. También está muy cuidada la decoración de las peanas y el vestuario es un regalo para la vista, con telas adamascadas bordadas en oro. Incluso las botas de algunos de los actores son las que llevaban antiguos cosacos y han sido traídas de Bielorrusia.

Esta es la vigésimo séptima edición y el entusiasmo del público sigue intacto. La ilusión y el esfuerzo de los actores y participantes se mantiene e, incluso, se refuerza con cada edición. Todos ellos son actores aficionados pero cuentan con el bagaje de, en algunos casos, haber representado al mismo personaje durante 27 años. El cariño y la pasión por lo que hacen se suma a la ilusión de trabajar por su pueblo, un evento que ha colocado a Castrillo de la Reina en el panorama nacional.

Imposible destacar todos los nombres de los participantes pero sí hay que resaltar el del hombre que está pendiente de todo, Abilio Abad, director de la obra. Ayer observaba atento, emocionado y nervioso a los actores ejecutar una interpretación que volvió a arrancar los aplausos del público.

El lenguaje antiguo, pero asequible, provoca en ocasiones la risa de los asistentes. El cofre con las cabezas de los Siete Infantes y su ayo, Nuño Salido, produce exclamaciones de sorpresa. Sí, en la obra aparecen las recreaciones de nueve cabezas cortadas. Por un lado están las siete testas de los infantes y la de Nuño Salido, y al final de la obra se entrega a Gonzalo Gustios la cabeza del traidor de sus hijos, Ruy Velázquez.

La leyenda ha vuelto a hacerse realidad en Castrillo de la Reina durante una hora y 45 minutos. Un gran esfuerzo y una gran movilización para un pueblo de unos 200 habitantes. Quedan invitados a incluirse en la leyenda.

La última función de Los Siete Infantes de Lara podrá verse hoy a las 22 horas. Las entradas se pueden adquirir en la taquilla del Ayuntamiento de 18 a 21 h (5 euros).