La noble aspiración de cualquier territorio por un tejido industrial sólido no tiene demasiados secretos. Su fortaleza, sobretodo en la España de interior, puede marcar

el futuro y la prosperidad de varias generaciones y de ahí que la competencia entre regiones y provincias por atraer a empresas se traduzca en una carrera por tener los mejores polígonos, las más modernas infraestructuras de comunicación... Muchas son las razones que justifican los esfuerzos en esta línea, pero quizá su gran baza radica en el empleo generado por este sector. Porque aunque plagado de matices, de él se suele destacar su estabilidad, su calidad y también su remuneración. En este último caso, la principal aspiración de muchos es hacerse un hueco en alguna multinacional. Aunque no todas pagan igual.

Comparar las retribuciones entre unas empresas y otras resulta un ejercicio prácticamente imposible ya que intervienen una infinidad de variables. Más allá de las tablas salariales y del convenio sectorial del que parten algunas compañías; la antigüedad, la turnicidad, la nocturnidad, la peligrosidad y otros pluses se convierten en factores que pueden alterar por completo la nómina que reciben los empleados. El sindicato UGT ha realizado un análisis de 25 de las principales compañías asentadas en la capital burgalesa y de él se deduce no solo que las nóminas de cualquier gran fábrica suelen estar por encima del salario medio, sino que la continuidad en compañías de este tipo tiene suelen tener una recompensa económica a medida que el trabajador adquiere experiencia. O visto de otra perspectiva, se penaliza a las nuevas incorporaciones.

El estudio realizado por UGT revela que un trabajador especialista o no cualificado (operario) percibe de media en las empresas estudiadas 21.900 euros en el momento en que se incorpora a la compañía. Una cantidad que cinco años después se ha elevado ya hasta los 26.233. Es decir, en más de 4.300 euros.

En el caso de los trabajos técnicos y cualificados el salto en el mismo periodo de tiempo es de 24.379 euros a 28.291. Es decir, de más de 3.900 euros.

Entre las empresas que mejor pagan a los operarios que se incorporan a sus centros de producción se encuentran Verallia (28.693 euros de salario base y complementos), Ubisa (28.000), Expal (26.656) y Bidgestone (26.525). En el caso del fabricante de explosivos el estudio de UGT no ha incluido los pluses, y en la factoría de neumáticos tampoco se ha incluido este factor económico y se ha tomado como ejemplo a un empleado que acude a la planta de lunes a viernes (los que trabajan también los fines de semana y festivos cobran más).

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