El Burgos convence y se rearma de moral

Juan Carlos Moreno / Burgos
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Intensidad y motivación ante un primera. El equipo de Calderé realizó un buen partido, superó en motivación al Real Valladolid y el gol de Carralero sentenció un choque donde brillaron Gerica, Terrón, Moré y el portero Rodri

Gerica, el más destacado del partido, supera a Bergdich, con el que mantuvo una gran pugna. - Foto: Jesús J. Matías

Burgos C.F.: 1  Valladolid: 0

Burgos CF: Rodri, Andrés, Héctor, Gallardo, Terrón; Moke, Gabri; Xavi Moré, Gerica, Carralero; Pacheta. También jugaron: Betancort, Dani Burgos, Sergio Esteban, Cerrajería, Sergio Torres, Joaqui, Dani Guillén, Arkaitz, Maureta, Zamora y Picón.

Real Valladolid: Mariño, Marc Valiente, Rossi, Jesús Rueda, Osorio, Baraja, Larsson, Pape, Rama, Bergdich, Manucho. También jugaron: Jaime, Javi Guerra, Óscar, Omar, Mitrovic, Peña, Álvaro Rubio, Jeffrén y Carmona.

Árbitro: Calleja Castrillo, de Burgos. Sin amonestaciones.

Gol: 1-0, M-13; Carralero.

El amistoso entre el Burgos y el Valladolid, convertido en las últimas horas en el Trofeo 23 de abril, había sido solicitado por el conjunto pucelano para coger ritmo de competición debido a su parón liguero en Primera División. Sin embargo, el más beneficiado de este encuentro, al menos anímicamente, fue el conjunto burgalés, que se llevó la victoria porque contrarrestó su enorme desventaja técnica y física con una mayor motivación y entrega sobre el terreno de juego. La diferencia entre ambos equipos es evidente, abismal, pero quedó minimizada por la aportación de los jugadores de Calderé, que mostraron muchas ganas de agradar a una afición muy preocupada por los últimos partidos. Eso sí, esta buena imagen debe repetirse el domingo ante el Celta B, en un partido donde sí hay en juego tres puntos.

Lógicamente ambos entrenadores plantearon el partido para dar minutos a sus jugadores, aunque lo hicieron de diferente manera. Calderé dejó fuera a Aurreko y Prats, éste último con molestias físicas, y completó la convocatoria con cuatro chavales del filial: Dani Burgos, Zamora, Sergio Esteban y Picón. A partir de ahí distribuyó los minutos en función de la sobrecarga de partidos de cada uno. Por ejemplo, Gerica jugó 55 minutos y Terrón, Xavi Moré, Pacheta, y Héctor, 60; mientras que Dani Guillén, Arkaitz y Maureta solo lo hicieron 30. El resto de la primera plantilla, 45 cada uno.

Juan Ignacio Martínez, del Valladolid, jugó con dos bloques, aunque hubo tres jugadores que disputaron los 90 minutos.

Tras unos primeros minutos de tanteo, con Manucho metiendo miedo en el área, el Burgos enseguida se fue arriba y en su primera ocasión Carralero le birló la cartera a Jesús Rueda y Pape para marcar el 1-0. Este tanto dio alas al cuadro burgalés y, sobre todo, a un magnífico Gerica, que suplió su clara inferioridad física para dar una lección de entrega y pundonor. Así sacó una falta al borde del área en el minuto 21 y fue capaz de desquiciar a Bergdich.

Junto a él apareció en numerosas ocasiones Xavi Moré, que volvía de una lesión y que suplía su falta de velocidad con indudables detalles técnicos. También mostró sus ganas Terrón, un joven lateral izquierdo que llegó en invierno y al que apenas se había podido ver por la titularidad de Guillén durante toda la temporada. Y fue el propio Terrón el que protagonizó una magnífica jugada con Carralero que a punto estuvo de suponer el 2-0 en el minuto 42. Para culminar una buena primera parte, un saque de esquina de Moré, con un primer remate de Héctor, fue mandado a la grada por Moke cuando estaba en una inmejorable ocasión.

¿Y el Valladolid? Evidentemente su motivación era otra y en sus dos mejores ocasiones se encontraron con un ex compañero, Rodri, que salvó el disparo de Osorio y un remate de cabeza a Larsson.

En la segunda parte el Valladolid sacó a jugadores como Javi Guerra, Álvaro Rubio, Óscar o Mitrovic, pero el Burgos no se arrugó, y menos los jóvenes de la cantera. Gerica siguió dándolo todo hasta que fue despedido con aplausos por la afición, saliendo Picón, que tuvo una buena ocasión en sus botas. También Zamora o Arkaitz rondaron la portería contraria, mientras que la respuesta del Valladolid se limitó a un remate al palo de Óscar, en un partido que debe servir al Burgos para recuperar su autoestima.