El británico Lewis Hamilton (Mercedes) desafió ayer a la lógica en el Gran Premio de Alemania y, con una remontada desde la decimocuarta posición, se aupó al liderato en el Mundial de Fórmula Uno.

Cuando la carrera parecía encaminada hacia un nuevo triunfo de Sebastian Vettel -su principal rival por el título-, la lluvia entró en escena y dinamitó todas las opciones de éxito del de Ferrari. Sus ilusiones golpearon contra un cartelón publicitario, en una fatídica vuelta 52.

El germano había gobernado hasta entonces la undécima prueba del calendario, pero un error de conducción le apartó del triunfo y del primer puesto del campeonato.

Con el asfalto resbaladizo y en un momento de confusión en el que algunos se apresuraron a montar neumáticos intermedios, ‘Seb’ perdió el control de su Ferrari.

La decepción en el garaje del ‘cavallino rampante’ tuvo su antítesis en el ‘box’ de Mercedes. Las ‘flechas plateadas’ se toparon con un doblete inesperado. La ambición de Hamilton le reportó la victoria; -la número 44 portando el dorsal 44, la 66 en total-.

El inglés estuvo custodiado en el podio por su compañero, el finlandés Valtteri Bottas, a quien pidieron no presionar al nuevo líder del Mundial. El británico suma ya en el ecuador del curso 188 puntos por los 171 de Sebastian Vettel.