Vuelta a Francia por amistad

E.M.G. / Huerta de Rey
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30 vecinos acuden al encuentro organizado por Huerplein, que gestiona el hermanamiento con Pleine Fougere

La delegación de Huerta que viajo a tierras galas posa delante del Castillo de Pleine Fougere, municipio que se encuentra en la región de Bretaña. - Foto: DB

Unos treinta vecinos de  las localidades de Huerta de Rey, Quintanarraya e Hinojar, entre ellos seis niños, han participado en la octava expedición que ha organizado Huerplein, asociación que gestiona el hermanamiento con  la localidad francesa de Pleine Fougere, con la que la villa serrana está vinculada desde hace 20 años.

La presidenta de la entidad, María Belén Gutiérrez, que ha viajado a este destino ya varias veces, se muestra feliz y esperanzadora con este último viaje por la implicación familiar que ha habido y por la participación de niños en el encuentro. «Es muy gratificante ver cómo los más pequeños aprovechan esta oportunidad de intercambio. Ellos lo viven intensamente, les encanta relacionarse y se entienden sin problema. Y para la organización es una satisfacción que ellos lo disfruten, pues son el futuro, quienes esperamos cojan el testigo algún día», explica la presidenta.

Así de radiante se encuentra también Evangelina Molinero Molinero, madre que se embarcó  en esta aventura cultural con su hijos Marcos y Selena, de 11 y 9 años, respectivamente, y que al hacer balance de la excursión solo la salen palabras de halago y de agradecimiento. «Me ha parecido una experiencia muy positiva a todos los niveles. Convives de lleno con otra cultura que es muy diferente a la nuestra. Escuchas otro idioma distinto, participas de sus tradiciones y costumbres, compruebas que los niños se adaptan perfectamente a ambientes extranjeros  y encima ves la zona de la Bretaña francesa, que es preciosa. La verdad que resulta muy enriquecedor. Yo lo recomiendo», enfatiza Molinero.

VISITA A LA REGIÓN BRETONA

El viaje de hermanamiento, que se realiza bianualmente, es muy distinto al que cualquier turista pudiese contratar en una agencia de viajes. La filosofía es diferente y las metas más amplias. El fin no es solo conocer nuevos lugares, que todos los años se incorporan al itinerario, sino vivir y sentir la cultura francesa, en este caso la bretona desde las entrañas. Para ello, las personas que van se alojan en las casas de los habitantes de Pleine Fougere, un municipio al noreste de Francia, en la región de Bretaña, distrito de Saint Maló, donde les acogen como si fueran uno más de la familia. Aunque a priori pareciese violento, quienes lo han experimentado afirman que no lo es porque el desconocimiento del idioma, del lugar y de la gente se suple con una sonrisa y con el deseo de conocer y compartir.

Hasta llegar allí, los excursionistas recorrieron 1.200 kilómetros en autobús, la distancia entre Huerta de Rey y Pleine Fougere. Tras 14 horas de viaje y una vez instalados en el pueblo hermanado, el grupo se entregó a la ambiciosa agenda preparada su familia gala.

Este año, los que se apuntaron visitaron el castillo y la ciudad de Fougeres, la capital amurallada de Dinan y su museo de la sidra de Pleudihen, el parque del Chatellier y la comuna de Avranches. En Cancale, conocida por sus criaderos de ostras planas, degustaron su afamado marisco; pasearon por Sant Malo, la urbe de los corsarios y realizaron la travesía de la Bahía de San Michel, actividad y destino éste que fue del agrado de mayores y chicos.

A las visitas culturales siempre se añade en el programa que organizan los franceses una recepción oficial en el ayuntamiento donde son recibidos protocolariamente pero con mucho cariño. ‘Somos su familia española y así nos tratan y así nos lo hacen ver», añade Gutiérrez, quien se muestra muy satisfecha por el trato recibido a lo largo de todos los días de estancia en esta acogedora localidad.

2013: DESTINO HUERTA. Para el año que viene, 2013, toca a Huerta de Rey volver a ser la anfitriona de los franceses, por lo que Huerplain ya está ideando la cita intercultural. La última vez fue en julio de 2010, cuando también acogieron a un grupo de Poznan (Polonia), ciudad hermanada con Pleine Fougere. «Fechas que coincidieron con el Mundial de Fútbol, cuando España ganó, y eso resultó apoteósico», apunta Gutiérrez, quien manifiesta que la crisis también hace mella en la asociación.

«Llevamos dos años sin recibir las ayudas de Diputación por culpa de los recortes, y eso merma hacer muchas cosas pues solo con las cuotas de los socios es difícil. Espero que la situación mejore y que las familias de Huerta y alrededores se impliquen y colaboren. Además que es una oportunidad cultural única», insiste Gutiérrez.

De momento, quienes han participado en este periplo han venido encantados y abrirán sus puertas a los que vengan. Los niños Marcos y Selena Peñas Molinero ya tienen pensado qué monumentos huertaños les van a enseñar a sus amigos galos: la estatua del emigrante y la plaza de toros.