Los dentistas demandan que las clínicas sean regentadas por titulados

G. Arce / Burgos
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El Colegio denuncia que las quejas de pacientes son generadas por franquicias que operan con autónomos y usan publicidad engañosa

Los dentistas de Burgos reclaman que las clínicas sean gestionadas por profesionales titulados en odontología -lo mismo que las farmacias- y que la Junta de Castilla y León ejerza un control más exhaustivo sobre la publicidad de los servicios sanitarios que prestan para evitar la proliferación de reclamos engañosos en los precios. La petición de este colectivo, que reúne a 190 colegiados en la provincia, se produce a raíz de la reciente crisis de la compañía Vitaldent que, a su entender, ha vuelto a poner de manifiesto el problema que está generando el franquiciado de esta atención sanitaria y su gestión por parte de empresarios ajenos a esta especialidad.

El presidente del Colegio, Alfredo Aragües, asegura que  tras destaparse el escándalo de Vitaldent se ha generado una creciente preocupación en la clientela, lo que aún no se ha traducido aún en denuncias porque a los afectados -enBurgos operan dos clínicas de esta enseña- se les ha garantizado el tratamiento ya contratado.

La mayoría de estos pacientes, explica el presidente colegial, han abonado el servicio dental -en muchos casos implantes de elevado coste- mediante la fórmula del pronto pago -lo que les ha garantizado algún descuento- o a través de la financiación con una entidad bancaria. En ambas vías, matiza, el pago ya está hecho, «aunque el paciente no esté de acuerdo y opte finalmente por seguir su tratamiento en otras clínicas».

«Los dentistas tradicionales no solemos financiar servicios, en su caso, planteamos un presupuesto, se abona una entrada y se fijan unas mensualidades mientras dure el proceso», señala Aragües, que defiende este método tradicional para no dejar desprotegido al cliente.

El problema, a su entender, radica en las franquicias -en Burgos capital operan hasta 4 clínicas bajo esta fórmula- que subcontratan a dentistas autónomos procedentes de otras provincias y de los que el Colegio no tiene información alguna. «No ponemos en duda su cualificación, pero hacen su trabajo, cobran una comisión por servicio -cada vez menos- y se van...». El sueldo de estos profesionales, puntualiza, no llega a 500 euros al mes en algunos casos y la movilidad es muy elevada en un sector con un 10% de paro. «Si les sale un trabajo se van y dejan a medias al paciente de Burgos, que es atendido por otro que trabaja de una forma distinta...».

Los servicios dentales low cost son ‘vendidos’ generalmente por comerciales -no por titulados- y parten de reclamos que consideran engañosos. «He visto ofertas de Vitaldent de implantes a 199 euros cuyo presupuesto final es de 1.796, más de lo que cobra cualquier dentista».

Se ha solicitado a la Consejería de Sanidad que prohiba esta publicidad y que, en todo caso, sea supervisada por los colegios profesionales. (En Murcia, por ejemplo, se ha prohibido la publicidad que protagoniza Iker Casillas sobre unos servicios dentales).   

«Nos están vendiendo una odontología barata pero es el tratamiento más caro que existe, porque para un solo implante te quitan todos los dientes con la finalidad de trabajar mejor y en el menor tiempo posible, aunque la factura se dispare hasta los 15.000 o los 30.000 euros. Nosotros somos más conservadores y eso implica facturar menos, explicar y trabajar más la dentadura».