30.000 euros menos en 2 años por los bares sin adjudicar

C.M.
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Las cantinas municipales de Castañares y San Julián se resisten y la de Villafría no abrirá hasta que se hagan obras. También están cerrados los locales de La Estación o de Fuentes Blancas

El Ayuntamiento gestiona un sinfín de locales municipales entre ellos una quincena vinculados a la hostelería que traen muchos quebraderos de cabeza al área de Hacienda y Patrimonio por la complejidad de las licitaciones y el estado de los edificios.

Cuesta mucho encontrar empresarios que quieran hacerse cargo de ellos por las dificultades que entrañan para que sea rentables. En los dos últimos años la ciudad ha perdido ingresos económicos por importe de 30.000 euros de cinco locales que están sin adjudicar y otros sin cuantificar debido a que algunas de las licitaciones llevan aparejadas obras de mejora en los edificios por cuenta del inquilino.

Los bares ubicados en los centros municipales son los que más está costando sacar adelantes con algunas excepciones como el de Cortes, San Cristóbal o el de la Casa de Cultura de Gamonal. El de San Julián lleva cinco años cerrado. Los problemas de salud de los adjudicatarios obligaron a cerrarlo en 2012 pero no fue hasta septiembre de 2014 cuando el Ayuntamiento decidió sacarlo a concurso. Estableció un canon de 400 euros y se presentaron tres ofertas. Tras visitar el local, el adjudicatario renunció al ver el mal estado en el que se encontraba el local y lo mismo hicieron los dos siguientes. Y es que las instalaciones necesitan una fuerte inversión para equipar la cocina y adquirir equipamiento de hostelería (mesas, sillas, cámaras...). En junio del año pasado se volvió a sacar rebajando el canon a 100 euros. El único licitador después de iniciar los trámites renunció y sigue cerrado. También está en la misma situación el de Castañares. El año pasado el hostelero que lo gestionaba lo dejó al no ser rentable. La adjudicación se hizo por 10 años y solo aguantó dos a pesar de haber hecho una inversión importante. Pagaba 300 euros.

Tampoco funciona el bar de Villafría desde hace dos años. Hace unos meses el Ayuntamiento adjudicó su gestión al único licitador por un canon de 80 euros al mes pero el adjudicatario aseguró a este periódico que no firmará el contrato hasta que no se concreten una obras que debe hacer el Ayuntamiento en el local que no está dispuesto a sufragar.

El merendero de Fuentes Blancas, situado frente a los toboganes, también lleva un año cerrado. Es necesario realizar una fuerte inversión en el edificio debido a que las cubiertas se encuentran deterioradas y también en el interior. El anterior adjudicatario decidió dejarlo y el Ayuntamiento busca uno nuevo. Pagaba un canon de algo más de 70 euros al mes. Hace unos días un hostelero se ha interesado por la posible explotación pero quiere ver primero el local. El edificio está situado junto a los toboganes, una zona que precisamente se está remodelando, lo que le da todavía un aspecto más desangelado.

El concejal de Hacienda, Salvador de Foronda, reconoce las dificultades que entraña arrendar este tipo de locales ubicados a las afueras de la ciudad debido a que en los meses de invierno no son rentables y también por la necesidad de llevar a cabo obras de mantenimiento, de modo que la única opción es rebajar el canon, alargar los años de concesión o esperar primero a que haya algún empresario interesado y luego sacar el concurso para evitar que sistemáticamente quede desierto.

REFORMAS NECESARIAS. Alargar la concesión ha dado buenos resultados en el caso del bar de Fuente Prior, que acaba de reabrir sus puertas tras un año cerrado. El adjudicatario ha hecho una inversión de más de 130.000 euros en el edificio y paga 1.100 euros al mes por un periodo de 8 años, que luce un aspecto totalmente renovado aunque para llegar a este punto se convocaron dos concursos, en el primero se presentó un licitador que luego renunció y en el segundo hubo tres ofertas.

También costó encontrar un hostelero que gestionara la cafetería y el restaurante del Fórum tras varios fracasos, así como para el Vagón del Castillo o el Mirador aunque en estos casos todavía no se han realizado las obras de mejora a las que se habían comprometido. Uno de los culebrones más sonado fue el fracasado Ambigú de la Isla, que tras varios años de tiras y aflojas con los adjudicatarios nunca se llegó a ejecutar para desazón de los usuarios de este parque.

Más de un año lleva abierto el centro de ocio infantil y juvenil La Estación y su bar y terraza cubierta no han salido a concurso. El área de Juventud planteó un borrador de pliego de condiciones que remitió a Contratación para su estudio. En este caso se proponía que el adjudicatario no pagara canon o que fuera testimonial a cambio de realizar actividades. Sigue en el cajón.