El asunto de los vertidos provenientes de la industria siderúrgica depositados en los primeros meses de 2013 en una antigua cantera de la pedanía de Torres de Abajo sigue dando trabajo a los juzgados y preocupaciones al Ayuntamiento del Valle de Valdebezana, que «hace todo lo posible por velar por el bienestar y salud de los vecinos y evitar riesgos medioambientales», como ayer señalaba su alcalde, Florentino Ruiz. En julio de 2014, el Juzgado Número 1 de Villarcayo dictó un auto en el que imponía a la empresa Codefer la obligación de retirar todos los vertidos como medida cautelar del proceso judicial entonces iniciado contra esta firma y que sigue instruyéndose. Tras diversos recursos, la Audiencia Provincial ratificó esta orden, pero ante su incumplimiento, el Juzgado de Villarcayo emitió el pasado 2 de septiembre una nueva providencia en la que vuelve a ordenar a la empresa la retirada.
El juez relata en la providencia como la empresa Codefer ha informado al juzgado de que «la totalidad de los rellenos ascienden a la cantidad de 18.943 toneladas depositadas» y de ellas «se han retirado aproximadamente unas 2.000 toneladas, lo que supone un grado de ejecución aproximado del 10,5%». Ante ello, el juez le indica a la empresa que en una vez transcurridos treinta días a partir del siguiente a la resolución, es decir, a partir del 3 de octubre, la empresa «deberá informar nuevamente sobre el grado de cumplimiento de la medida cautelar y el porcentaje de ejecución, teniendo en cuenta ésta que, si los trabajos no se cumplen a la mayor celeridad, existe la posibilidad de que los mismos se puedan realizar o complementar con el encargo a un tercero».
Así pues, el juez le advierte de que si ella no cumple se puede realizar la retirada de manera subsidiaria por un tercero y será Codefer quien tenga que pagar la factura de esos trabajos. El Ayuntamiento del Valle de Valdebezana ya reclamó el pasado mes de marzo al Juzgado de Villarcayo que la medida cautelar se ejecutara de manera subsidiaria, pero el juez ha decidido dar una nueva oportunidad a la empresa Codefer.
Florentino Ruiz insiste en los informes que señalan «la concentración de metales pesados» y afirma que los camiones acuden de forma «esporádica» y con distinta intensidad a cargar el material. Asu juicio, «no se percibe que la intención sea retirar de forma efectiva y completamente estos materiales». Un informe del Seprona de la Guardia Civil solicitado por el juzgado indicaba en julio que en la antigua cantera se observaban «en superficie, trozos de ferralla, restos de plásticos, cubos de plástico y escombros de obra, desconociendo si en profundidad se encuentran más residuos similares o peligrosos».
Ese mismo mes, la empresa suplicó sin éxito al juzgado que archivara las actuaciones y dejara sin efecto la medida cautelar. La firma afirmaba que, «a la vista del informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro... las obras de sellado del relleno de la cantera bastarían para evitar que pudiera producirse la lixiviación de los materiales depositados», es decir, que el agua se filtrase por los vertidos y llevara parte de su composición de metales pesados al subsuelo y a acuíferos cercanos. El informe de la CHE indica, según Codefer, que «no se han producido daños al dominio público hidráulico derivados de la presencia de escorias en la cantera de Torres de Abajo».