Burgos maneja el segundo presupuesto por habitante más alto

A.M.
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Sólo Soria supera a la capital provincial entre las nueve cabeceras de Castilla y León. La elevada capacidad financiera es un blindaje para el funcionamiento ordinario del Ayuntamiento en un contexto de prórroga de las cuentas anuales

Burgos maneja el segundo presupuesto por habitante más alto

Está por ver si será una constante, pero lo irrefutable es que en las últimas elecciones municipales y regionales se dinamitó el sistema bipartidista y la alternancia entre liberales y progresistas como nadie había previsto. Las mayorías absolutas quedaron para la historia en las capitales de provincia -con Soria y Carlos Martínez (PSOE) como excepción- y eso se va a manifestar de forma palmaria a comienzos de año, cuando los presupuestos municipales de algunas ciudades y grandes poblaciones acaben prorrogados por el tacticismo político inherente a un periodo previo a las elecciones. 

En otros, por contra, se dispararán las alegrías presupuestarias para enviar a los ciudadanos el mensaje de que los pactos han funcionado y se puede gobernar entre varios grupos. No es el caso de Burgos: aquí tocará prorrogar. Eso tiene sus inconvenientes. La prórroga se producirá -sea decretada por el alcalde o no- de forma automática el 1 de enero para que la administración pueda hacer frente a su gasto corriente. Esto es, ningún trabajador municipal dejará de cobrar, ningún proveedor con contrato vigente dejará de cobrar y la ciudad continuará funcionando. Incluso se podrán ejecutar inversiones siempre y cuando hayan sido aprobadas como ejecuciones plurianuales y dispongan de la correspondiente partida (de ahí las prisas por licitar antes de que el 2018 estire la pata).

Luego habrá que ventilar asuntos que no son baladí y que ya se escenificaron con toda crudeza a comienzos de este año, cuando se vivió durante meses en situación de prórroga hasta que el PSOE impuso al Ejecutivo de Javier Lacalle su listado de inversiones y desbloqueó un incremento de las cuentas de 31,4 millones de euros, lo que también permitió liberar subvenciones que están garantizadas en situación de prórroga. Ahí es donde se puede producir el daño político que con bastante probabilidad la oposición no ayudará a sanar.

Pero Burgos parte de una buena posición. Así lo dicen las cifras comparadas con el resto de capitales de la comunidad autónoma. Atendiendo al presupuesto -pendiente de liquidación, como es obvio- que maneja cada una de las nueve corporaciones, Burgos es la segunda capital de Castilla y León en dinero presupuestado por habitante, superada únicamente por Soria, que es un caso digno de estudio ya que a pesar de tener 20.000 o 25.000 habitantes menos que Ávila o Zamora, maneja casi el mismo presupuesto.

Burgos fue en 2017 la tercera capital con mayor presupuesto por habitante (1.149 euros), superada por la ‘poderosa’ Soria (1.361) y por Segovia (1.326). Zamora, con 903 euros por vecino, cerraba el listado, según los datos que aportaron entonces los respectivos consistorios a petición de este periódico. En 2018, y conforme reflejan los presupuestos de todos ellos subidos al Portal de Transparencia, Burgos ha escalado al segundo puesto y alcanza los 1.287 euros por habitante, superado únicamente por Soria (1.409). Le siguen Segovia (1.226), León (1.163), Valladolid (1.125), Salamanca (1.065), Palencia (996), Ávila (992) y Zamora (919).