El Complejo Asistencial burgalés estudia el origen de la legionella de un paciente

Angélica González / Burgos
-

Aunque cuando ingresó ya lo hizo con sospecha de neumonía producida por la bacteria, se analiza de dónde procede la infección porque la persona es colaboradora habitual del centro

Imagen de archivo del servicio de Urgencias del HUBU. - Foto: Jesús J. Matías

El pasado mes de septiembre ingresó en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) una persona con sospecha de padecer una neumonía por legionella. A los pocos días y tras recibir el tratamiento adecuado fue dada de alta sin mayores complicaciones, según explicó ayer la directora médica del centro, Carmen Rodríguez Pajares, quien calificó el proceso de «banal». Pero la responsable reconoció que el centro sanitario puso en marcha la maquinaria habitual para conocer cuál era el origen de esta infección por la bacteria, algo que no hubiera pasado en el caso de que el afectado hubiera sido alguien completamente ajeno al HUBU. Pero esto no ha sido así ya que se da la circunstancia de que el paciente es lo que Rodríguez Pajares calificó de «un colaborador habitual» de las distintas labores que se realizan en el centro, «aunque no un trabajador», por lo que cupo la duda de si la infección la había cogido fuera o dentro del hospital. 
Así las cosas y con el objetivo de descartar o confirmar que el hospital hubiera sido el foco de la infección que, al parecer, se resolvió sin más trámites, se ha procedido ya a realizar unos cultivos que han dado negativo, una tarea llevada a cabo, según precisó la directora médica, por Eficanza, la concesionaria de los servicios no asistenciales del centro sanitario.
Por otro lado, la empresa ha procedido también a realizar las labores de mantenimiento que le son propias para, en este caso, limpiar el sistema de la conducción de agua, una práctica que se lleva a cabo dos veces al año. El pasado día 9 se trató la estructura horizontal con agua a 70 grados de temperatura y en los próximos días se hará lo propio con la estructura vertical, circunstancia que se ha anunciado mediante carteles en el hospital. 
La legionella puede aparecer en los aparatos que utilizan agua para su funcionamiento: refrigeradores, condensadores, duchas, canalización y distribución o depósitos, donde si se dan las condiciones de calor oportunas la bacteria se puede reproducir. A más de 60 grados se produce su erradicación.
Además de los cultivos y de la limpieza de los conductos del agua, se procedió a comunicar el caso de legionella a los responsables de Salud Pública, en este caso, de la Junta, quienes van a realizar también otros análisis con el objetivo, siempre en palabras de la directora médica de «detectar los posibles puntos críticos». Cuando se conozca su resultado se podrá constatar o descartar de forma definitiva si la bacteria que atacó al paciente estaba en el Hospital Universitario de Burgos o fuera de él.