La falta de relevo sacerdotal es un problema cada vez más grave. Por un lado, por el descenso en el número de seminaristas. Por otro, por el envejecimiento de los curas de la Diócesis.
De hecho, las estadísticas revelan que sólo el 19% de los 433 sacerdotes que hay en la Diócesis burgalesa tiene menos de 50 años. En concreto, únicamente hay 4 menores de 30;19 menores de 40 y 60 que tienen menos de 50. Por el contrario, casi la mitad, 215, han cumplido más de 70. La estadísticas se completa con los 51 menores de 60 y los 84 con menos de 70.
Junto a ello, cabe señalar que en el seminario (mayor y menor) hay actualmente 33 seminaristas, una cifra muy inferior a los 723 que había, por ejemplo, en el año 1968:473 en el Seminario Menor y 250 en el Mayor. Esta cantidad ha ido descendiendo de manera paulatina, puesto que en 1988 se contabilizaban 155 y 115, respectivamente hasta los 21 y 12 actuales.
Otro dato que sustenta esa tendencia es el relativo a los sacerdotes residentes en Burgos. Mientras en 1977 había 587 y en 1995 eran 465, en 2013 eran 384. De ellos cuatro son menores de 30 años y 19 tienen entre 30 y 40, pero hay 121 entre 70 y 80 y 8 con más de 90.
A este respecto, el delegado para el Clero, el sacerdote Jesús Yusta, es claro:«Los datos hablan por sí solos;negarlos es de necios, ignorarlos, de irresponsables. Pero, a pesar de todo, somos hombres de esperanza; sabemos que la ‘cosa’ no es nuestra. A nosotros solo nos corresponde sembrar». Yañade un poco de luz:«Es más, sabemos que, en estos momentos de aparente oscuridad, es cuando Dios más cerca está de nosotros y la noche siempre estrena claridad».
Junto a ello, hay que destacar otra circunstancia que hace más complejo el trabajo diario de los sacerdotes y es, que la provincia de Burgos es muy extensa y cuenta con muchos pueblos. Yusta concreta que hay 1.003 parroquias y más de 371.000 habitantes. «Como es conocido, nuestra población está agrupada en Burgos, Aranda y Miranda. Siguen Briviesca, Villarcayo, Medina… y luego un número muy considerable de pueblos que no llegan a 100 habitantes. Ésta es la gran dificultad para poder llegar y atender a esta dispersión. A esto se añade que, para muchos, ser cristiano se reduce a ir los domingos a Misa y esto, hoy, es imposible facilitarlo como antes, hay que ir imaginando otras formas de presencia y de celebración. El sacerdote tendrá que ir a las parroquias, mejor, tendrá que estar con los hombres y mujeres, pero no precisamente y únicamente, el domingo, a la hora de Misa». De hecho, pone como ejemplo que, en Alemania, país al que viaja cada verano, él asiste a lo que aquí serían cinco pueblos. «Allí, los domingos solo hay una misa a la que acuden los vecinos de los cinco pueblos, y luego, a lo largo de la semana se pasa por el resto». explica.
los tiempos cambian. Por último, y en relación con la festividad el próximo 10 de mayo de San Juan de Ávila, patrono de los sacerdotes, Jesús Yusta asegura que el objetivo es «celebrar la alegría de estos hermanos que han gastado su vida al servicio del Evangelio. Su fidelidad en medio de las múltiples y variadas dificultades. Algo incomprensible humanamente, sólo explicable desde la fe». Cabe señalar que diez sacerdotes celebrarán su LX aniversario (año 1954); siete el L aniversario -entre ellos el arzobispo Francisco Gil Hellín-;y cinco el XXV aniversario.