Con la propuesta de que «otra Europa es posible», Iratxe García Pérez se propone recorrer «calle a calle» para animar a la ciudadanía a que participe activamente en las elecciones del 25 de mayo. La candidata del PSOEal Parlamento Europeo, que ayer participó en la Escuela de Formación de las Juventudes Socialistas de Castilla y León celebrada en la sede de los sindicatos, es consciente de que hay «decepción» y «desapego» entre la ciudadanía sobre lo que se decide en Bruselas, pero insiste en que el cambio de la situación en España empieza por cambiar Europa ahora.  

Rajoy dice que «en España vamos a mejor»... 

Escuchar al presidente con un mensaje tan triunfalista mientras estamos viendo como millones de personas -de jóvenes, de mujeres, de mayores...- se encuentran en la situación en la que se encuentran me parece cuando menos bastante irrespetuoso. Hoy los ciudadanos están pasando por verdaderas dificultades. Más de un millón y medio de unidades familiares no tienen ningún tipo de ingreso. España es el segundo país después de Rumanía en el ámbito de la Unión Europea con mayor riesgo de exclusión social. En total, 126 millones de europeos y europeas están en situación de pobreza. Los mensajes triunfalistas son bastante irrespetuosos para toda esta gente que lo pasa mal y sufre.

Las Juventudes Socialistas están reunidas en la casa de los sindicatos. Estos pierden apoyo en la calle como se ha visto el Primero de Mayo. ¿Temen que les ocurra lo mismo?

Creo que hubo una respuesta importante en la calle el pasado jueves, aunque es verdad que la ciudadanía siente una desafección de lo que es la política, porque no está siendo capaz de resolver sus problemas. Hay que intentar explicar que a través de la democracia se pueden cambiar las cosas. Un cambio en política también puede suponer un cambio en la situación actual.

Pero Europa se ve lejos y ajena a la realidad de la calle.

Es verdad que muchos ciudadanos sienten que Europa les ha dado la espalda. España siempre se ha considerado un país europeista, pero a día de hoy este sentimiento ha cambiado: la gente piensa que Europa es un problema y lo que nosotros intentamos trasladar es que hay otra forma de hacer política y otras alternativas. No se puede hacer creer a la gente el mensaje de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y, por lo tanto, la única respuesta es la de los recortes. Hay otros espacios fuera de la Unión donde se han puesto en marcha políticas de inversión y de crecimiento que permiten salir adelante creando empleo. Si allí se ha respondido así, nosotros también podemos hacerlo aquí. Necesitamos cambiar de políticas y también las instituciones.

Dígale a un joven veinteañero qué puede hacer Bruselas para que encuentre trabajo y no tenga que pensar en emigrar.

Es esencial un gran plan de empleo para los países del sur, porque los del centro y norte de Europa están en una situación de prácticamente el pleno empleo. Planteamos el triplicar el actual presupuesto (6.000 millones de euros)para la garantía juvenil, una propuesta de los socialistas que la Comisión Europea ha puesto en marcha este año. ¿Y qué permitirá? Pues que cuando se termine el periodo formativo haya posibilidades de prácticas en empresas para facilitar su incorporación en el mercado laboral. Además, Europa necesita definir un nuevo modelo industrial competitivo y que genere empleo.

¿Dónde debe buscarse ese nuevo modelo? 

Hay espacios que a día de hoy no están explotados, como el desarrollo de las energías renovables, las nuevas tecnologías y la investigación.

Sus propuestas electorales inciden en la igualdad. ¿Tanto se ha degradado este ámbito? 

La política de igualdad está en el corazón propio de la Unión Europea. Es uno de sus valores. Por lo tanto, hay que hacer política en este sentido. Hoy las mujeres viven en una situación de desigualdad que hay que ser capaces de atacar a través de diferentes propuestas. Proponemos una directiva contra la brecha salarial. Hoy las mujeres en Europa tienen que trabajar una media de 32 días más al año que los hombres para cobrar el mismo salario. También proponemos una directiva contra la violencia de género, la mayor lacra social que tenemos en estos momentos:mujeres que están siendo asesinadas por el mero hecho de ser mujeres... Es necesario que Europa se implique en esta problemática.

¿También en el derecho a decidir respecto al aborto? 

El ataque de la derecha española hacia las mujeres y su libertad supone un retroceso brutal. No podemos permitir que en la Europa del siglo XXIhaya una parte de la población con menos derechos que otras mujeres en otros territorios de la Unión. Hay que incorporar el tema de los derechos de salud sexual y reproductiva en la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión para evitar que no se puedan provocar estos retrocesos. Hoy puede ocurrir en España con la derecha del Partido Popular, pero puede ser el inicio de recorte de derechos en otros espacios de la Unión. Necesitamos un Parlamento fuerte que defienda la igualdad y la libertad de las mujeres. Además proponemos una troica social y ciudadana, compuesta por el Parlamento, la Comisión Europea y los sindicatos y donde se pongan alternativas para responder a la situación social.

¿Qué se juega el PSOEen estas elecciones? 

Lo que se juega la sociedad... Planteamos cambiar Europa porque es algo urgente. Nos jugamos el futuro de millones de personas. Esa es nuestra prioridad.

¿También urge un cambio en el PSOEpara recuperar el apoyo en las urnas? 

El Partido ya ha trasladado cuáles son sus tiempos y en estos momentos no tenemos otro objetivo que ganar estas elecciones europeas. No para que solo las gane el PSOEsino porque queremos que cambie Europa y estamos convencidos de que hay posibilidades de cambio. Cuando pasen las elecciones europeas el partido retomará su calendario como lo tiene establecido e incorporará todos los debates y todos los procesos de participación que sean necesarios. A día de hoy, la prioridad es cambiar Europa y para ello tenemos que ganar.  

Ustedes claman contra los recortes del Partido Popular, pero los socialistas franceses han tomado el mismo camino.

La Francia de Hollande está llevando a cabo una serie de políticas de recortes por las políticas impuestas desde la derecha europea, que ha respondido a la situación de crisis económica con una única propuesta sobre la mesa:control del déficit que se traduce en recortes a los derechos y servicios de aquellos que más lo necesitan. Por lo tanto, entendemos que la ciudadanía europea sienta que Bruselas les ha dado la espalda. Hoy Europa no está respondiendo a los problemas de los ciudadanos y de los jóvenes. La derecha europea ha provocado con su política de recortes y de control del déficit mucho sufrimiento a una gran mayoría de ciudadanos que hoy necesita un cambio. 

Su trayectoria política ha estado enraizada en Castilla y León. ¿Qué debe esperar y demandar esta comunidad de Europa?

En los últimos 30 años hemos estado recibiendo de Bruselas una gran cantidad de inversiones en materia de política de cohesión, fondos estructurales, política agrícola... Europa ha respondido ante estas demandas. El problema es que quien ha tenido la responsabilidad de gestionar  esos fondos ha sido una Administración autonómica que ha sido incapaz de cumplir los objetivos para los que estaban planteados estos presupuestos. La política de cohesión plantea la eliminación de desigualdades en el territorio, el favorecer el desarrollo económico con independencia del lugar donde se viva y vemos como todas esas inversiones, toda esa apuesta económica que Europa ha hecho en Castilla y León no se ha visto correspondida con la acción de la Junta. En Castilla y León hay cada vez más desigualdades territoriales, el mundo rural se está viendo abocado a la desaparición y hay una sangría de jóvenes que hemos estado formando y que vamos a perder si no somos capaces de darles una alternativa. 

¿Cuáles son sus expectativas y temores de cara al 25 de mayo?

Nos preocupa la abstención, el desafecto de la población hacia Europa y, por lo tanto, vamos a tener que volcar todo nuestro esfuerzo en explicar a la gente que el problema no es Europa y sino quién la está gobernando, y por lo tanto provocar un cambio. Por ello vamos a hacer una campaña cercana, en la calle, de tú a tú y reuniéndonos con los diferentes colectivos y sectores. El objetivo es que la abstención no sea la posición mayoritaria y que la gente sepa y entienda que otra Europa es posible y que hay alternativas a las políticas de derechas. Además, para que haya un cambio en Europa hace falta un cambio de las mayorías ideológicas en el Parlamento Europeo. Las tres instituciones europeas están gobernadas por el Partido Popular Europeo y frente a  esta situación hay que trasladar la necesidad de un cambio de rumbo total a la política europea, que solo se puede llevar a cabo desde una visión de izquierdas. Europa se cambia a través del voto, a través de la democracia, aunque entendemos que hay desafección de la ciudadanía.

Si finalmente vuelve a ocupar escaño en Bruselas. ¿Qué reto inmediato personal se plantea?

Seguir trabajando por esta tierra y por quien más nos necesita. Espero seguir desarrollando mi labor en el ámbito de la agricultura y el desarrollo rural. También me interesan las políticas de juventud e igualdad en las que he estado trabajando estos últimos años.

Hay voces en el PP que critican la juventud y falta de experiencia de la candidatura que encabeza Elena Valenciano.

El señor Luis de Grandes, número cuatro de la candidatura del PP, decía que el Parlamento Europeo no es un sitio de jovencitos. Hay que recordarle que hoy en España, Castilla y León y Burgos tenemos una generación joven y bien formada, que ha tenido posibilidades de formarse y tener capacitación gracias a las políticas que el PSOErealizó en materia de educación. El Parlamento Europeo tiene que ser reflejo de la sociedad y en Europa conviven mayores y jóvenes. Las palabras del señor De Grandes son una falta de respeto para los jóvenes.