La decisión del área municipal de Hacienda de hacer cumplir las ordenanzas fiscales caiga quien caiga ha llegado también a la Protectora de Animales. La sorpresa de los voluntarios fue mayúscula cuando hace unos días llegó a su sede de la carretera de Quintanadueñas un recibo de cerca de 300 euros reclamando el pago de la tasa de retirada de animales fallecidos del último trimestre de 2013, que supone 40 euros por mascota.
Hasta ahora la organización no gubernamental no abonaba nada cuando Semat acudía a sus instalaciones para retirar un animal muerto pero ahora el Ayuntamiento les requiere ese cantidad, que aseguran no pueden asumir. «Nosotros recogemos a los animales de la calle y les curamos con los gastos que ello conlleva, a los que se suman la alimentación y el cuidado», indicó Rebeca Huertos, una de las voluntarias de la ONG.
Recientemente, el Ayuntamiento ha retirado 15 gatos callejeros del G-3 y les llevó a la Protectora, donde se les ha castrado y dado los primeros cuidados. Lamentablemente, 3 de ellos han fallecido porque llegaron en muy mal estado y también les reclaman el abono de la tasa. «Nos es lógico que corramos con los gastos de castrar a los gatos y curarlos para que luego puedan ser adoptados y nos reclamen 40 euros por cada uno de ellos si fallecen», añadió.
De momento la asociación no ha pagado la cantidad requerida y esta semana presentará un recurso alegando que no tiene dinero para hacer frente a este gasto al subsistir a base de las cuotas que pagan sus asociados o donativos puntuales. El plazo para abonar el recibo vence el mes que viene, de modo que darán todos los pasos que sean necesarios para no tener que pagarlo. «No es lógico que tengamos que pagar y si es así por lo menos que nos den opción de buscar una empresa más barata».
Sede en precario
La Protectora de Animales también quiere normalizar la situación sobre su sede de la carretera de Quintanadueñas porque el Ayuntamiento hizo en su día hizo una cesión en precario pero no existe contrato alguno. «Hemos intentado que se formalice en varias ocasiones pero no lo hemos conseguido. En cualquier momento nos pueden decir que nos vayamos de aquí».
En la actualidad en las instalaciones de la Protectora están acogidos 150 perros adultos, 20 cachorros y 60 gatos, lo que ha hecho que cuelguen el cartel de ‘completo’. Gracias a una donación han podido instalar seis jaulas más pero la situación es insostenible. «Estamos saturados y con un número de animales como hace diez años», aseguran.
Según los voluntarios, hacía mucho tiempo que no se alcanzaban estas cifras debido a los numerosos abandonos que se producen en primavera y a que ha terminado la temporada de caza.