Un nutrido grupo de empleados de Europistas, ataviados con chalecos amarillos, se movilizaron ayer en la Subdelegación del Gobierno con el fin de exigir al Ministerio de Fomento que subrogue a todos los trabajadores, 120, de la concesionaria de la AP-1. Con la liberalización de la infraestructura el próximo 30 de noviembre temen que muchas familias se queden sin un medio de vida, algo a lo que no están dispuestos.
El presidente del comité de empresa, Jesús Alberto Mateo, criticó ayer a través de un comunicado "la decisión improvisada" del Gobierno "más en minoría de la historia de la democracia", que "no se ha guiado por criterios económicos" a la hora de anunciar la liberalización de la vía.