Hace tiempo que en la ciudad se dejó de apostar por la Catedral como único reclamo turístico. La naturaleza, el arte o la ciencia a través de Atapuerca convencen tanto como el patrimonio. Y lo del vino y la gastronomía nunca falla. El Devora, es Burgos así lo corrobora con datos que no dejan lugar a dudas.
A la prácticamente completa ocupación hotelera, las 1.500 reservas en restaurantes y el aforo lleno en las visitas a las bodegas y la fábrica de San Miguel se suman las cerca de 3.500 personas que durante estos días han paseado por el Fórum para recorrer la Feria del Vino del sábado o los talleres y exhibiciones de cocina en vivo del domingo. Y un último dato que ayer apuntaba el alcalde, Javier Lacalle, es el de internet: las entradas a la página oficial ascienden a 90.000 visitas. Una cifra elevada sobre todo si se compara con las visitas que en un año obtenía la página web del Patronato de Turismo, que apenas superaban las 4.000.
El éxito, al menos de participación, del Devora, es Burgos necesita su posterior análisis con los datos en la mano porque de momento se desconoce cuánta gente ha visitado la ciudad y de dónde provenían, por ejemplo. Cuántos comensales eran de la casa y cuántos foráneos, así como el perfil de quienes han elegido precisamente este fin de semana para visitar la ciudad.
Desde el Ayuntamiento y la Asociación Plan Estratégico, organizadores del evento, destacan la importancia de este tipo de concepto para atraer al visitante:«Este es el comienzo de una nueva línea de actuación en materia de turismo. Vamos a seguir apostando por iniciativas novedosas que se traducen en una buena acogida no solo de los de la ciudad, sino con gente de fuera», apuntó Lacalle. «No es un concepto aislado -añadió el concejal de Cultura, Fernando Gómez-. El Devora 25 no es una acción puntual, si no que forma parte de un nuevo concepto en materia turística en el que aparte de que una institución genere un proyecto, lo interesante es que se sumen todos los activos de la ciudad: empresas, bodegas, infraestructuras, etc.».
Las conclusiones de la iniciativa gastronómica deberán unirse al estudio que en breve realizará la UBUpara hacer una radiografía del turismo: «En la primera quincena de noviembre el Ayuntamiento y la Diputación firmaremos el convenio con la Universidad de Burgos para tener ese observatorio que permita saber claramente la referencia del ámbito turístico que tenemos en la provincia», recordó el alcalde.
Capital de la gastronomía
Como Santo Tomás, no hay como probar, ver, oler, sentir y tocar para convencer de las posibilidades de la ciudad para convertirse el año que viene en capital de la gastronomía. A ello ayudaron ayer los 20 cocineros burgaleses, 12 sumilleres y la docena de expositores con productos de la tierra que se dejaban ver y catar en el Fórum.
Lechazo, manzana y cereza de Caderechas, potro, pato de la Llueza con boletus, morcilla, vinos de la Ribera, el Arlanza, vinos blancos del Alto Ebro, cata de aceites... Platos delicatessen elaborados por los cocineros que a diario ofertan su restauración en Burgos.
Para los más pequeños hubo talleres de iniciación a los olores y sabores de alimentos y bebidas y cocina estimulante y sana para toda la familia. Y en los expositores se exhibían vinos, alubia roja de Ibeas, lechuga de Medina, cereza y manzana de Caderechas, patata de Burgos, potro Hispano Bretón, morcilla, pescado, etc.
«Por la asistencia y la acogida podemos decir que Devora, es Burgos ha sido un éxito que se enmarca en el gran proyecto de ser capital de la gastronomía. Pero independientemente de que lo seamos, el éxito demuestra que Burgos puede convertirse en un destino gastronómico», concluyó el alcalde, Javier Lacalle.