La campa de Villalar pierde fuelle reivindicativo

Pablo Álvarez / Valladolid
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En una jornada desapacible, cerca de 12.000 personas acudieron ayer a la localidad comunera, cifra menor a los 20.000 que se contabilizaron en 2013

Numerosos grupos de organizaciones políticas fueron pasando a lo largo de la mañana por la plaza para hacer su ofrenda a los comuneros junto al monoilto. - Foto: Miriam Chacón (Ical)

Las nubes amenazantes de lluvia que desde primera hora de la mañana se instalaron en los cielos de Villalar no fueron impedimento para que miles de castellanos y leoneses se volvieran a dar cita ayer en la campa que 493 años atrás vivió la derrota del ejército comunero comandado por Padilla, Bravo y Maldonado a manos del regimiento imperial de Carlos V.

Cerca de 12.000 asistentes, según contabilizó el dispositivo de la Guardia Civil, disfrutaron del Día de la Comunidad sin tantos agobios como en ediciones más concurridas -hasta 20.000 se registraron el año pasado-.

Uno de los más madrugadores en llegar hasta la Plaza Mayor de Villalar donde se encuentra erigido el monolito en honor a los Comuneros fue el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera. Puntural, a las nueve de la mañana, ya le esperaban distintas autoridades, entre ellas el alcalde, Luis Alonso Laguna, el delegado del Gobierno, Ramiro Ruiz Medrano, y distintos cargos públicos del Partido Popular, como el portavoz en las Cortes, Carlos Fernández Carriedo. En esta ocasión, ningún consejero de su Gobierno le acompañó en la visita.

De la plaza acudió a la Casa de Cultura donde la presidenta de las Cortes y de la Fundación Villalar, Josefa García Cirac, le impuso la ya típica pañoleta morada, para visitar acto seguido la exposición ‘Castilla y León tierra de comunidades’, con un repaso histórico a los distintos pobladores de la región.

De camino, saludó a distintos voluntarios de Protección Civil y a vecinos de Villalar, conocidos de anteriores visitas y con los que se llegó a comprometer a volver el año que viene. «Si Dios quiere aquí estaré, que todavía tengo contrato», bromeó. Su estancia no se prolongó más de una hora pues tenía que desplazarse a Salamanca para la investidura doctor honoris causa a Lula Da Silva, expresidente de Brasil.

García Cirac ejerció de anfitriona y tras una visita a los agentes de las Fuerzas de Seguridad desplegados y a la recreación con playmobils de la batalla de Villalar, se dirigió a la campa. Allí, un grupo de jóvenes de Yesca increparon a la comitiva, lo que obligó a desplegar un cordón de seguridad en las inmediaciones de la carpa de la Fundación Villalar, sin que se produjeran incidentes.

A pesar de que el grupo creció, no impidió que la presidenta de las Cortes se desplazara a las casetas de diversas formaciones políticas y sindicales, eso sí fuertemente escoltada por agentes de la Guardia Civil. Primero acudió hasta la caseta del PSOE, donde departió con el secretario autonómico, Julio Villarrubia, y el portavoz parlamentario, Óscar López; y posteriormente se acercó a las instalaciones de CCOO y UGT donde saludó a sus dirigentes, Ángel Hernández y Agustín Prieto.

Fiesta popular. La visita institucional culminó poco antes de la una del mediodía, aunque la fiesta no hacía más que empezar. A esa hora, la de mayor afluencia, las colas de coches para aparcar en los estacionamientos habilitados duraban casi 20 minutos.

Durante toda la mañana, la calle que une la campa y el obelisco fue un constante ir y venir de organizaciones políticas para realizar sus ofrendas florales. Primero los socialistas encabezados por Villarrubia y López junto al histórico expresidente de la Junta Demetrio Madrid y el acalde de la localidad, Luis Alonso Laguna, y la candidata a las europeas, Iratxe García; a los que siguieron los dirigentes de Izquierda Unida, con sus coordinadores, el federal, Cayo Lara, y el autonómico, José María González. Tras ellos, formaciones minoritarias con tinte regionalista.

En sus discursos ante el obelisco en memoria de los comuneros, todos ellos expresaron sus reivindicaciones. Villarrubia, bajo el encabezamiento «vamos a pedir», no dejó cuestión sin tocar: desde soluciones para los 240.000 parados, con la retirada de la reforma laboral, hasta el aborto, la despoblación, la sanidad pública… González recordó que aunque no reina ya Carlos I de España y V de Alemania, gobierna «Merkel I de España y V de Alemania, con sus virreyes en Castilla y León y en España», lo cual le animó a pedir el voto para IU en las próximas elecciones europeas.

Villalar se ha convertido en un escenario propicio para la reivindicación, aunque este año han sido menos numerosas. Los más llamativos fueron los trabajadores de Nutrexpa en Palencia, que ataviados de camisetas amarillas reclamaron una solución para evitar el cierre de la planta. Bomberos forestales con su equipo de trabajo, sorianos con camisetas contra el fracking, CCOO contra las unidades de gestión clínica, o Parados en Movimiento de Valladolid y Burgos fueron algunos de los colectivos que trataron de hacer visibles sus reivindicaciones con su despliegue en Villalar.