La unión temporal de empresas, Ferrovial y Aroasa (Arranz Acinas) retomará las próxima semana las obras de remodelación de la vieja estación del ferrocarril. Al menos ese es el compromiso que ha adquirido tras las diferentes reuniones mantenidas con los responsables políticos y técnicos municipales y la dirección de obra durante estos días.

De este modo, el equipo de Gobierno descarta la posibilidad de rescindir el contrato después de que la UTEdecidiera unilateralmente parar los trabajos a finales de julio al considerar que sería el «peor» de los escenarios posibles. «Se perderían muchos meses. Primero, se comprometería la seguridad del propio edificio, que ante la llegada del invierno, tendría que  adoptarse alguna medida protectora para evitar su deterioro y segundo, debido a que se perdería la práctica totalidad de los fondos europeos», aseguró el concejal de Cultura, Fernando Gómez.

En los encuentros celebrados la unión temporal de empresas ha entonado el ‘mea culpa’ por el parón, que ha achacado a problemas de organización internos. «Nos pidieron disculpas y su compromiso es empezar la próxima semana porque están cerrando acuerdos con subcontratas para maquinaria y operarios. Se han comprometido a continuar las obras al ritmo previsto e, incluso, acelerarlo. Y como el movimiento se  demuestra andando tendremos la ocasión de comprobarlo en las certificaciones que presenten en septiembre», añadió.

El alcalde, Javier Lacalle, trasladó ayer a los portavoces de los grupos de la oposición el compromiso de la adjudicataria de retomar la obra tras la alarma creada por la paralización. La remodelación del inmueble ferroviario para dar paso a un centro de ocio infantil y juvenil comenzó en abril ya estaba fuera de plazo para justificar el 80% de las ayudas del Plan Urban de  la Unión Europea a 31 de diciembre al tener un plazo de ejecución de doce meses.

No al modificado

Ferrovial y Arosa pidieron un modificado de 560.000 euros que ha sido rechazado con un contundente informe de los técnicos. Se les dio traslado del mismo por parte del Ayuntamiento y el silencio fue la única contestación. Planteaban cambios en la estructura del inmueble, las instalaciones de climatización y eléctrica, dejar de ejecutar la urbanización y modificar algunas calidades de la obra.

Sin embargo, el compromiso que han adquirido  las empresas esta semana es continuar la reforma en base al proyecto inicial.

Tampoco está previsto por el momento imponer ninguna sanción a la UTE hasta que no concluya el plazo de ejecución fijado en el contrato.

Las obras de reforma de la antigua estación fueron adjudicadas  a estas empresas por un importe de 2,7 millones. Sin embargo, ya plantearon problemas desde el principio al no estar de acuerdo con los plazos fijados para la firma del acta de replanteo  e, incluso, llegaron a pedir la rescisión del contrato. Finalmente, se solucionaron e iniciaron las obras con retraso sobre las fechas previstas, de modo que era imposible que finalizaran en diciembre. Ahora el objetivo es ejecutar la máximas unidades de obra para peder el menor dinero posible de la UE.