Bicicletas para no olvidar

B.G.R. / Burgos
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El colectivo Burgos con Bici reivindica su derecho a circular de forma segura por la ciudad y coloca vehículos de dos ruedas en calles donde se han producido atropellos mortales a ciclistas

Miembros de la agrupación posan con el ‘símbolo’ blanco instalado en la calle Madrid. - Foto: Patricia

Tres bicicletas blancas, sujetas a un árbol, una valla o un poste, y  colocadas en puntos concretos de la capital burgalesa y de Aranda. No están ahí por azar, ni nadie las ha abandonado. Su presencia tiene un claro significado: recordar a los ciclistas fallecidos en esos lugares y concienciar a la sociedad respecto a las «causas reales» de los accidentes y a la «excesiva» motorización del entorno urbano.

El colectivo Burgos con Bici se suma con este gesto a la iniciativa mundial desarrollada desde 2003 con el nombre Gohst Bike (bicicleta fantasma), que consiste en colocar vehículos de dos ruedas pintados de blanco cerca de aquellos lugares donde un ciclista ha perdido la vida víctima de un atropello. Ayer lo hicieron en la calle Madrid (cruce de Concepción y Progreso), en San Francisco y en el polígono industrial de Aranda de Duero, puntos donde perecieron Carolina Beatriz (2012), M.L. (2007) y Yeini Yicela (2011), respectivamente.

«Se trata de un homenaje silencioso, inocente y blanco, con el que no pretendemos señalar a nadie», explicó Luis Palacios, portavoz del colectivo durante la colocación del vehículo en la calle Madrid, con el que se pretende no solo recordar a las víctimas, sino también hacer hincapié en la «vulnerabilidad» de los ciclistas. En este sentido, se leyó un manifiesto en el que se hace referencia a la velocidad «excesiva» y a «conductas agresivas e irresponsables de algunos conductores». De igual forma, se llama la atención sobre la «impunidad social» de determinados comportamientos e incluso «algunas sentencias exculpatorias o atenuadas que dejan sin castigo imprudencias de resultado mortal».

Palacios reivindicó el derecho de los ciclistas a «circular de forma segura» por las calles de la capital y, más que de puntos negros, habló de señales «mal colocadas» que llevan a la confusión. Tampoco se olvidó de recordar al Ayuntamiento el retraso que lleva la ordenanza de movilidad, «que parece ser eternamente provisional». Al respecto, acusó a los responsables municipales de querer «retrasar su trabajo» justificando la espera en la nueva Ley de Seguridad Vial, que ahora está en tramitación parlamentaria. «Está mal decirlo pero son un poco vagos y tienen que trabajar más», manifestó.

Y es que para este colectivo resulta «surrealista» que las personas que viven en el centro tengan permiso para acceder a esta zona con el coche y no en bicicleta. «Somos los primeros que reclamamos que si hay conductas inadecuadas por parte de los ciclistas sean sancionadas pero nosotros no tenemos esa capacidad», concluyó.