Cifras escalofriantes las que presentó ayer la organización Cáritas. Un total de 5.023.334 personas fueron auxiliadas a través de sus programas en 2013, más de la mitad de ellas (2,53 millones) en España. El resultado supone un incremento de más de 608.000 personas respecto a 2012, según recoge la memoria anual de la organización. Además, aumentó su presupuesto en más de 15,07 millones de euros en 2013 hasta alcanzar la cifra de 291.346.117 euros, procedentes, en su mayoría (58,7 por ciento), de aportaciones de personas particulares, principalmente de pequeños donantes.

La contribución de empresas (9,02 por ciento), administraciones autonómicas (9,4) y locales (5,42) se redujo respecto al año anterior, mientras que los fondos procedentes del Estado (8,57) y de la UE se mantuvieron o, en este último caso, aumentaron «ligeramente», según explicaron los responsables de la organización.

 Asimismo, el número colaboradores como voluntarios repuntó un 10 por ciento durante el mismo ejercicio y a final del año, los comprometidos eran 78.017, junto con los 4.171 trabajadores contratados, que fueron casi 100 menos.

Por otra parte, la distribución de los fondos disponibles para 2013 se destinó principalmente a los programas de asistencia e intervención, con especial prioridad en la acogida y atención primaria (alimentación, educación, vestimenta e higiene) a los ciudadanos en situación de necesidad, para la que se invirtió el 23,79 por ciento (69,3 millones de euros). Otras partidas que recibieron porcentajes importantes de financiación fueron las de inserción laboral para las personas en paro (12,34 por ciento), la atención a personas mayores (9,81) y a sin hogar (7,22).

COOPERACIÓN INTERNACIONAL. Junto con estas, destacan los 28,1 millones de euros que se dedicaron a la cooperación internacional. El obispo responsable de Cáritas en España, Atilano Rodríguez, destacó el «énfasis» de la organización en «mantener la ayuda a los hermanos del sur, pese al momento complejo que atraviesa España». «Somos miembros de una misma familia y no podemos dejar de mirarles», insistió.

 De hecho, los programas de cooperación, con menos de una décima parte del presupuesto anual de la organización (9,66 por ciento) contribuyeron a paliar las necesidades de 2,5 millones de personas residentes fuera de España, en América, África y Asia y otros países europeos.

Además, el presidente de Cáritas, Rafael del Río, subrayó el esfuerzo de la institución por mantenerse transparente y «austera» en los gastos de administración de la entidad, a los que se destinó un 5,98 por ciento de los fondos disponibles en 2013, según explicó.

 Los dirigentes de la entidad valoraron la subida del presupuesto y del número de voluntarios, que calificaron como «un motivo de esperanza». «Cada vez hay más personas en España que se arriesgan para ayudar a otros», aseguró el secretario general de la agrupación católica, Sebastián Mora.

«Cada día hay millones de personas que tienen que buscarse la vida para comer o para pagar las facturas», apuntó. Por ello, alertó sobre la creciente fractura social en España, de la que, según recordó, da fe el último eurobarómetro.

Así, entre los colectivos más afectados por la crisis económica y que, según señaló, cada vez suman más factores de exclusión, destacó a las familias numerosas, monoparentales y a quienes tienen a su cargo personas dependientes o jóvenes, estos últimos debido al alto índice de paro.

 El secretario general de Cáritas urgió al Gobierno y a las administraciones públicas a actuar: «Ahora es el momento».

 En este sentido, señaló que medidas como el copago farmacéutico o la subida de las tasas de educación «suman más euros». «Hemos tenido que triplicar la ayuda para gastos farmacéuticos», concluyó.