El padre acompaña a Ariadna en todo momento y lo único que puede decir es que se "han salvado de milagro". Ella, pero sobre todo su hermana, de 24 años, que quedó atrapada entre los escombros del número 45 de la segunda manzana de la Barriada de Inmaculada. Es la propia Ariadna quien relata cómo ha vivido la explosión y los momentos posteriores. Estaba durmiendo con su novio cuando oyó "el gran estruendo". "En ese momento nos levantamos de la cama y salimos corriendo como pudimos entre los escombros, mientras veíamos que el suelo se hundía", comenta.

En el camino gritaba a su hermana para ver dónde estaba, ya que su habitación se había evaporado con la deflagración. "No la oía por ninguna parte y temí lo peor", explica. Sin embargo, N.S., logró salvarse milagrosamente. Ella siempre duerme con el móvil al lado y los bomberos la llamaron para ponerse en contacto con ella. El teléfono cayó junto a ella y pudo cogerla. De hecho, el jefe del parque, Julio Estébanez, estuvo hablando con ella durante el rescate, hasta que tuvieron contacto físico con ella.

"Menos mal que al final han sido solo heridas, porque hubo un momento de gran angustia; cuando vimos que salía y hablaba hemos respirado y saltado de alegría", afirma Ariadna.