Morcillas y chorizos a la vieja usanza

I.P. / Belorado
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70 años después de que los abuelos montaran la Carnicería Bartolomé, la tercera generación asume el reto de aunar la elaboración artesanal con las nuevas formas de comercialización

Nuevos tiempos y nuevas estrategias de venta y de involucrar un negocio en la vida social de la localidad, también como dinamizador de la misma. Este es el reto que 70 años después de su creación se plantea el gerente de Carnicería Bartolomé de Belorado, Germán Bartolomé que, eso sí, sin estar reñido con  el marketing y las nuevas tecnologías -ya está en marcha una página web del negocio-, no renuncia a la esencia de la empresa, aquella con la que sus abuelos iniciaron la andadura en la vecina Fresno de Río Tirón y que hoy está en manos de la tercera generación, con dos centros, uno en el propio Fresno y éste de Belorado que regenta Germán y en el que trabajando su primo Daniel y Angelines.

     Esa esencia no es otra que trabajar con el mejor producto en origen y elaborarlo de forma artesanal. En este sentido, el propietario se provee del mejor vacuno de la Sierra de la Demanda, el mejor ovino criado en pastos de Fresno y, del cerdo de la Duroc -con muchas similitudes con la ibérica-, para el embutido: chorizos, salchichones y lomos que son sus productos estrellas además de las morcillas, éstas elaboradas con su propia receta. Así, el arroz se cuece el día antes y al siguiente lo mezclan con la sangre, la cebolla y la manteca, además de condimentarlas con sal y pimienta molida algo que no suelen hacer otras empresas de la provincia.

En cuanto al curado del embutido también sigue la receta de sus abuelos y padres. Una vez embutidos, los mantienen unos días en la cámara secadero para quitar la humedad y el moho y después pasan a la cocina que alimenta con buena leña desde las seis o siete de la mañana. Así, el curado es totalmente natural. A estos productos hay que añadir la elaboración también de salchichas, hamburguesas y picadillos. Toda una variedad que hace de bartolomé una carnicería pionera en la zona.

En Belorado, Germán trabaja en dos centros separados apenas por unos 50 metros. El obrador donde se llevan a cabo todas las labores de despiece, embutido y secado, y la propia tienda donde se vende al público, tanto la carne como el embutido. Ahí no hay embutidos de otras marcas, exclusivamente los de elaboración propia. La producción de embutidos ronda los 800 kilos por semana.

Además de la venta en tienda, Germán está incrementando el comercio a través de internet con la garantía de que el producto esté en cualquier punto de España en 24 horas. Ya tantea también el mercado internacional.

Los clientes de Carnicería Bartolomé están repartidos por todas la geografía de la provincia, donde poco a poco han ido desapareciendo la matanzas tradicionales del cerdo, esas con las que las familias tenían su despensa para pasar el invierno, tanto de costillas, piezas, lomos, chorizos o jamón. Muchas de esas gentes no quiere renunciar a la calidad del producto del cerdo y hacen encargos a Germán: tantos kilos de una cosa, tantos de otra... Normalmente, recogen los chorizos o lomos unos días después de estar en el secadero y cada cual lo termina de secar en sus hogares, aunque también hay algunos que lo llevan ya totalmente curado.