Antonio Mercero: "La pequeña pantalla se está tragando a la grande"

JAVIER M. FAYA (SPC)
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El guionista de cine y televisión acaba de publicar 'La vida desatenta', de la editorial Debolsillo

Antonio Mercero: "La pequeña pantalla se está tragando a la grande"

Antonio Mercero es sinónimo de La cabina, Verano azuly un larguísimo etcétera de pequeñas obras maestras. Su hijo, que ha heredado nombre y talento, firmó el guión de series como Hospital central, Farmacia de guardia o El rey, y de películas como Quince años y un día, seleccionada por la Academia de cine para representar a España en los Oscar y ninguneada en la última gala de los Goya.  

¿Puede explicarme cómo pudo suceder eso? ¿Marketing? 

La votación para elegir la película española que va a los Oscars se celebra en septiembre, cuando el grueso de las películas importantes todavía no se ha estrenado. Cuentan con cierta ventaja las películas que se han estrenado antes del verano. Ese fue nuestro caso, y creo que eso nos benefició. Meses después, en los Goya, nos topamos con el año de David Trueba.

 

¿Hasta qué punto ha influido su padre en su carrera? 

Mi padre es una figura decisiva en mi carrera. Primero porque me enseñó a apreciar la literatura y el cine. Se pasó años grabando películas de la televisión hasta tener una videoteca de cientos de títulos. Ahí, buceando en esa videoteca, nació mi amor al cine. Además fue mi primer jefe, porque debuté en televisión escribiendo guiones de “Farmacia de guardia”.

 

 

¿Cuántas veces ha visto Verano azul?

Muchas. No solo por las múltiples reemisiones que ha tenido esa serie. Cuando ya me creía libre de Chanquete y compañía tuve hijas, la serie salió en vídeo… Vuelta a empezar. En fin, un desastre.

 

 

¿De cuántos guiones de series o películas podría sacar libros?

Se puede sacar un libro de cualquier historia que tenga un conflicto claro o un personaje en apuros. O que cuente cualquiera de las muchas tragedias de la vida. Es decir, de casi todos.   

 

 

¿La vida desatenta supone un cambio de rumbo o, simplemente, un proyecto al que no se le ha dado luz verde para la pequeña o gran pantalla?

La vida desatenta nace como novela, nunca pensé en escribirla para cine o televisión. Quería reflexionar sobre la mediocridad que nos rodea, sobre todo la que nos impide comunicar nuestros afectos a la gente que nos importa. Y ese tema me pareció más literario que televisivo.

 

 

¿Ve más fácil la adaptación para la tele o el cine?

Quizás sea más fácil adaptarla para la tele. La familia protagonista está compuesta por abogados, y a través de sus casos vemos la descomposición moral de una sociedad: curas pederastas, concejales corruptos, estafadores de medio pelo… Todo muy actual. El medio más pegado a la actualidad es la televisión. Además las series de abogados que mezclan casos con tramas personales forman un subgénero de mucha aceptación.

 

 

¿Con qué actores contaría en un hipotético casting?

José Sacristán, que está en un momento espléndido, sería un buen Vildsvin, el padre volcánico y castrador. Amelia, su mujer, que le hace frente con inteligencia y lucidez, podría ser Susi Sánchez. La historia de amor de Mateo y Jovita, que no se deben enamorar porque son abogado y cliente en la novela, la podrían hacer Yon González e Inma Cuesta. La vieja Herminia, que sufre en sus carnes un terrible error médico, la podría interpretar Petra Martínez.

 

Se me ha quedado grabada aquella frase de que su padre tenía la suerte de ver todos los días por vez primera Cantando bajo la lluvia. ¿Sigue haciéndolo? ¿Hay otras que le guste ver?

Sigue haciéndolo, sí. A mi padre siempre le han gustado mucho los musicales, y los sigue disfrutando a su manera. También le gustan mucho “Siete novias para siete hermanos”, “Un americano en París” o “My fair lady”.

 

La familia de su novela... ¿Se inspira en alguna que haya conocido?

Se inspira en la evidencia de que una familia no se escoge, simplemente te toca en el sorteo, y teniendo en cuenta ese elemento azaroso lo más normal es que no todas se lleven bien. La mía, en concreto, es una familia maravillosa y no se parece en nada a la de la novela. Aunque bien mirado, los miembros de la familia Vildsvin, la de mi novela, se quieren mucho. Lo que pasa es que no se lo saben decir.

 

 

¿En qué películas y libros se ha inspirado para esta obra?

Para el trazado de mi personaje protagonista he pensado mucho en el padre autoritario de Affliction, de Paul Schrader, que interpretaba James Coburn. El personaje de Jovita, la joven que sufrió abusos sexuales en su adolescencia, está vagamente inspirado en la maravillosa mujer-niña de “David Copperfield”. En toda la pasión que trato de imprimir a mis personajes noto la vigilancia de Philip Roth.

 

 Ocho apellidos vascos ha reventado la taquilla... ¿Tiene que ver que en ella participe gente de la tele como Carmen Machi o Dani Rivera?, ¿está tirando la pequeña pantalla de la grande?

Más que tirando, yo diría que la pequeña pantalla se está tragando a la grande. Ahora más vale que busques actores populares para tus películas si quieres que funcionen. Y decir actores populares es decir actores de las series de televisión de más éxito entre el público joven, que es el que va al cine. Pero no es solo el casting. La televisión está imponiendo al cine también los temas, los géneros e incluso el ritmo de las historias.

 

 

¿Cómo ve el cine en general y el español en particular?

Veo el cine en serios apuros. Cada vez funcionan menos películas y cada vez hay menos dinero para hacerlas. Puede que la crisis pase, empiece a fluir el crédito y cristalice de una vez una nueva ley del cine que permita pensar en que producir cine puede ser rentable. Pero lo que es imparable es el cambio de hábitos en el consumidor. El espectador tradicional está desertando de las salas, hay pantallas y formatos alternativos para ver cine y dentro de unos años ir a una sala será una actividad que practicaremos unos cuantos nostálgicos.

 

 

¿Y las series?

Las series parecen haber absorbido todo el talento de los escritores. Ahora mismo, lo mejor que se está haciendo en el arte de contar historias, en cualquier formato, se ve en las series de televisión. Especialmente en las americanas, pero también en las inglesas. Cualquier capítulo de Los Soprano, de Mad Men o de Breaking Bad podría ser una película estupenda. En España se hacen series cada vez mejores, pero todavía estamos lejos del nivel de los americanos. Aunque claro, comparar los presupuestos de allí y de aquí es para ponerse a llorar.

 

 

¿Con cuál se queda?

Yo me quedo con Los Soprano. También me gustan mucho Breaking bad y Juego de tronos.

 

 

¿Se le ha hecho justicia a su padre o con el Goya ya se ha arreglado todo?

El Goya de Honor ha puesto un broche de oro a una carrera muy buena a la que le faltaba ese premio. Podría haberlo ganado con “Espérame en el cielo” o con “La hora de los valientes”, películas muy buenas que en su día se fueron casi de vacío. Pero claro, cada año hay rivales duros y ganar nunca es fácil.

 

 

¿Qué ha supuesto en la historia de la televisión en España?

Mi padre es una figura clave de la historia de la televisión española. No solo por ser el ganador del único Emmy que ha ganado este país, con La cabina, sino por ser capaz de colocar un éxito prácticamente en cada década. No es fácil ser tan regular. Él consigue eso tan difícil de conectar con el público. Pero además ha conseguido trabajar durante décadas sin cansarse de su vocación ni de su talento.