La Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC) ha advertido sobre la creciente siniestralidad local que se localiza en el medio rural, donde contabiliza el 75% de los accidentes mortales que se han registrado desde 2011 en la provincia de Burgos. Los meses de verano y principio del otoño son los más críticos en este ámbito, aunque el siniestro más grave, la muerte de 4 trabajadores en las obras de la presa de Castrovido se registró en octubre.

Desde junio de 2011 hasta octubre de 2013 se han producido 21 muertes de trabajadores; de ellas diez fueron en 2011; siete, en 2012 y cuatro en lo que llevamos de año 2013, el último esta semana.

El perfil del obrero fallecido es el de un trabajador de nacionalidad española por cuenta ajena de 44 años de edad perteneciente a una empresa subcontratada para realizar trabajos en medianas y grandes explotaciones; en otros tres casos, se trata de agricultores que realizaban tareas en los campos o en bodegas; y también en tres de ellos se trata de trabajadores extranjeros, un rumano, un boliviano y un ecuatoriano. Sólo una mujer, una topógrafa de 36 años fallecida en las obras de la presa de Castrovido, figura en la nómina de muertos.

La organización obrera de la Iglesia constata también que de los últimos 21 fallecidos en los dos últimos años y medio (con estadísticas en las que se incluye el último accidente laboral mortal del lunes 7 de octubre) solo se han producido en las ciudades de Burgos (2), Aranda (2) y Miranda (1), cinco de ellos. El resto se producen en localidades de menos de 20.000 habitantes (como Tubilla del Lago, Cubillo del Campo, Espinosa de los Monteros, Anguix, Arauzo de Miel, Los Ausines, Belorado, Pancorbo y Peña Angulo)y se reparten entre los sectores Primario (Agricultura), Construcción e Industria.