Los límites de velocidad no existen en los circuitos, pero sí fuera de ellos. Una premisa que, al parecer, olvidaron muchos conductores tras presenciar la competición de coches racing que el grupo Fast & Nice celebró el pasado sábado en las instalaciones deportivas de Kotarr, ubicadas en Tubilla del Lago. La jornada dejó un reguero de 54 sanciones por exceso de velocidad y otras 6 por infracciones del Reglamento General de Circulación, además de 14 test positivos por drogas de los 30 realizados.
El evento generó tal expectación que, paralelamente, tuvo lugar una concentración tuning en los alrededores del circuito con más de un millar de vehículos. Sin embargo, «las inscripciones realizadas en Kotarr fueron de 587 coches y 2.000 personas que completaron el total del aforo permitido para el recinto», apunta el responsable, Rubén Abejón, quien subraya el «ejemplar» comportamiento de los asistentes.
Conscientes de la previsible aglomeración, la Unidad de Tráfico de la Guardia Civil puso en marcha un dispositivo especial de carácter preventivo para garantizar la seguridad de los asistentes y del resto de usuarios de la vía. La operación contó, además, con el apoyo de las patrullas de Seguridad Ciudadana y un helicóptero de la Dirección General de Tráfico.
Un despliegue necesario para controlar el desplazamiento de una gran cantidad de vehículos que se reunió en el circuito después de realizar una ruta de 80 kilómetros entre Salas de los Infantes y Tubilla del Lago. El grupo salió del municipio serrano a las 10.30 horas para continuar por Hortiguela, Covarrubias y Santo Domingo de Silos y finalizar la etapa en la Ribera del Duero, según anunció Fast & Nice en su página web durante los días previos.
Fuentes del Cuerpo reconocen que no se registraron incidentes de importancia ni accidentes de tráfico. Del mismo modo confirman que no intervinieron en el interior del circuito puesto que no se requirió su presencia. Recuerdan, además, que se trata de un espacio privado donde no se aplican la normativa de circulación. De hecho, muchos de los coches que participan en las pruebas no pueden utilizarse fuera de estos entornos al haber modificado su mecánica original y disponer de piezas no homologadas para su tránsito en carreteras ordinarias. Se trata de una práctica conocida como racing, una modalidad del tuning -personalización de la estética del vehículo-.
Ante la posible -y errónea- asociación de las actividades del circuito con las sanciones interpuestas por la Guardia Civil, Abejón recordó que se trata de una iniciativa totalmente legal y establece una línea divisoria con lo que sucedió en torno a su programación. «Estos circuitos se crean para correr, lo que no se puede es hacerlo fuera. Pero de eso no podemos hacernos responsables».
Respecto a lo acontecido en el interior, Abejón explicó que los organizadores del evento alquilaron las instalaciones entre las 10 y las 19.00 horas y puso en valor la cita que reunió a conocidos grupos de Madrid, Granada o Palma de Mallorca. También expresó su malestar por el control policial, pues considera que se realizó únicamente con vistas a sancionar. «No creo que sea justo decir que las multas se pusieron al público que asistió. Quizás un 90% sí, pero el resto pasaría por allí».
Del mismo modo, apuntó que ninguna se produjo junto al circuito. «Fueron en Caleruega y Sinovas. Aquí no hubo problemas ni en el aparcamiento». En este sentido achaca el resto de infracciones a quienes decidieron aparcar fuera del parking habilitado.