Gas Natural Fenosa ha empezó ayer su proyecto de transformación con el cambio del nombre comercial. A partir de ahora se llama Naturgy. «Hemos considerado que en estos momentos necesitábamos una marca que demostrara nuestra aspiración internacional, un logo digitalizable, corto y que pudiera englobar todos los atributos de la compañía energética», más allá de la actividad principal de gas natural, explicó el presidente ejecutivo, Francisco Reynés.

La corporación presentó su cambio de imagen durante la celebración de la junta general ordinaria de accionistas, la última bajo el nombre de Gas Natural, en la que se aprobó en nuevo Plan Estratégico 2018-2022, en el que jugará un papel fundamental la simplificación de la compañía, empezando por el propio consejo de administración, que pasará a tener 12 consejeros, siguiendo las recomendaciones del Gobierno Corporativo. «Queremos un gobierno compacto y ágil» en el que se combine la variedad de perfiles y su experiencia para la «rápida toma de decisiones».

Otros de los pilares fue la focalización, centrada en la creación de valor. «No tenemos obsesión por el tamaño, pero sí por el valor», admitió Reynés, razonamiento que les ha llevado a vender los negocios de minas de carbón y de generación eléctrica con motores de fuel en Kenia al no ser estratégicos.

La eficiencia, la rendición de cuentas o la disciplina en la inversión también estarán en la base de esta transformación, siguiendo el criterio de «no invertir si no hay retorno», por lo que se ha incorporado un mínimo de rentabilidad exigible para cada uno de los proyectos.

Como muestra de transparencia hacia los accionistas, Reynés quiso ofrecer un primer balance «nada habitual» de los primeros meses del año, en los que la sociedad alcanzó un beneficio neto recurrente de 481 millones de euros hasta mayo, lo que supuso un crecimiento del 34%.