Alumnos de Enfermería protestan al confirmarse el horario de tarde

B.G.R. / Burgos
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Denuncian que cuando se matricularon, las clases iban a impartirse por la mañana y que esto está suponiendo problemas para los compañeros que trabajan o hacen prácticas

Más de medio centenar de estudiantes del grado sanitario se concentraron ayer en el Hospital Militar. - Foto: Luis López Araico

 
La polémica y apresurada integración de la antigua escuela de Enfermería, que dependía de la Consejería de Sanidad, en la Universidad de Burgos sumó ayer un nuevo capítulo con la protesta de más de medio centenar de alumnos ante las puertas de la Facultad de Ciencias de la Salud, en el Hospital Militar. El motivo no fue otro que la confirmación de que las clases, que comenzarán el próximo miércoles, se impartirán en horario de tarde, lo que desagrada a aquellos estudiantes que compaginan los estudios con el trabajo u otras enseñanzas, los que ya están realizando prácticas y a los que eligieron el campus burgalés para cursar el grado porque inicialmente la docencia era matutina.
«No queremos que el horario sea de tarde porque tenemos muchos compañeros que trabajan e incluso hay quien ha venido de fuera porque cuando se matriculó el turno era de mañana», subrayó Thais García, delegada de tercero de Enfermería, que a las situaciones anteriores sumó el hecho de que el cambio se ha confirmado a tan solo una semana del inicio del curso académico en este grado. 
Fue el pasado martes cuando los delegados de los alumnos conocieron el horario definitivo en una reunión mantenida con el decano de Ciencias de la Salud. La justificación dada por los responsables académicos se basa en la «calidad del profesorado», ya que los 32 nuevos docentes elegidos mediante concurso son «profesionales» que trabajan en la Sanidad por la mañana, según explicó el decano, Fernando Lara. «La selección ya se ha realizado y está todo preparado para el comienzo del curso», afirmó, si bien comprendió las quejas de los alumnos que se matricularon pensando que las clases serían por la mañana.
Al respecto, el vicerrector de Ordenación Académica, Manuel Pérez Mateos, precisó que la elección del horario de tarde responde no solo a la calidad del profesorado sino también a que de esta forma se facilita la realización de prácticas a los estudiantes. Además, insistió en que la UBU ha hecho «todo lo posible» por responder a la demanda de los alumnos.
En cuanto al profesorado, la representante de los alumnos mostró también su queja por el hecho de que tan solo darán clase «5 o 6» de los antiguos docentes, de los nueve que había a tiempo completo. En este punto, agregó que la mayoría serán médicos, cuando consideran que lo propicio es que fueran profesionales de la Enfermería al menos en aquellas asignaturas específicas del grado.
Los estudiantes concentrados ayer en el Militar prosiguieron su protesta ante el Rectorado, donde dos de sus representantes fueron recibidos por los vicerrectores de Ordenación Académica, Estudiantes y Personal. Los responsables académicos insistieron en las razones que justifican el cambio de horario y les transmitieron la importancia que tiene que estos estudios estén integrados en la UBU.
La integración fue una realidad a comienzos de este mes, lo que llevó a retrasar el arranque de las clases al 1 de octubre. Un inicio de curso que los alumnos ven «surrealista» porque «si los contratos de los profesores se pueden firmar hasta ese día, quién va a tener el temario preparado», se pregunta García, que avanza que pedirán recuperar los días perdidos.