Un grupo de inversores radicado en Madrid ha mostrado su interés por comprar la empresa Confecciones Ory, que está en proceso de liquidación desde el pasado 7 de enero y cuya plantilla -integrada por 79 trabajadoras- ha acordado un ERE de extinción de contratos que se ejecutará, una vez aprobado por el Juzgado de lo Mercantil, antes del próximo 31 de marzo.

Esta oferta de compra incluiría, entre otros conceptos, la marca de ropa de baño, su red comercial, la maquinaria, la producción para la campaña 2015 que ya está confeccionada y podría conllevar «la posibilidad» de la creación de algunos puestos de trabajo, aunque «a fecha de hoy» no existe ningún compromiso escrito al respecto, según explican desde el comité de empresa, que se muestra «muy escéptico» sobre esta salida para las trabajadoras actuales.

Lo que sí está claro y acordado con el administrador concursal es el ERE de extinción para 79 trabajadoras (incluidas las de un comercio que la firma abrió en junio en Santa Cruz de Tenerife), acuerdo que ha sido trasladado al juez de loMercantil y que lo ratificará una vez tenga el informe oportuno por parte de la Dirección Provincial de Trabajo y de la Inspección de Trabajo.

Este ERE, explican desde el comité, fue enviado al Juzgado junto a un proceso de liquidación de la empresa que se ejecutaría, de no prosperar la oferta de compra antes mencionada, mediante subasta pública.

Constatado que la empresa textil no tiene recursos económicos para afrontar los salarios y los pagos del convenio pactado con los acreedores que le permitió salir del concurso el pasado mayo, el afán del comité ha sido lograr un acuerdo dentro del plazo que permita garantizar el cobro de la deuda de 120 días que contempla el Fogasa para las afectadas.

El acuerdo de extinción de los contratos incluye además el compromiso del abono de la totalidad del salario pendiente de diciembre (ya se han anticipado 600 euros) y que nadie prolongue su salida más allá del 31 de marzo.

Hasta la fecha, y a la espera de que el administrador concursal tenga permiso judicial para ejecutar los despidos, se sigue trabajando en Ory para cerrar la campaña de baño en 2015.    

 

Sin apenas paro.

Las 79 afectadas por la liquidación han sufrido las diferentes crisis que viene padeciendo Ory desde 2005 y llegan a este final de etapa con buena parte de sus prestaciones por desempleo consumidas en los sucesivos EREtemporales que han tenido que afrontar en los últimos años, especialmente en los dos últimos de concurso de acreedores. 

Las futuras despedidas, entre las que hay 16 mayores de 55 años, tienen entre 4 y 12 meses de prestaciones para afrontar un futuro inmediato en el paro, circunstancia que achacan a la «mala gestión» de la firma «que se ha servido de nuestro paro para cubrir los salarios que no ha podido pagar estos años», denuncian.