El flujo de inmigrantes y refugiados que intenta llegar a Europa en busca de una vida mejor no cesa, sino todo lo contrario, aumenta conforme los conflictos en Asia y África se recrudecen. Según anunció ayer el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), el número de personas que han llegado hasta el Viejo continente cruzando el Mediterráneo este año ha superado ya las 300.000. Esta cifra contrasta con las 219.000 que lo hicieron durante todo 2014.
El notorio incremento de los datos se debe a la situación actual en Grecia e Italia, donde, desde principios de año, han llegado 200.000 y 110.000 refugiados e inmigrantes, respectivamente. Además, más de 2.500 personas han perdido la vida en esta travesía, sin contar a las víctimas del último naufragio en las costa de Libia, frente a los 3.500 muertos de 2014.
«A pesar de los esfuerzos de la operación europea concertada de búsqueda y rescate Frontex», lamentó la portavoz de Acnur, Melissa Fleming, «el mar Mediterráneo sigue siendo la ruta más letal para los sin papeles».
«Muchos de los que llegan por esta vía al sur de Europa, particularmente a Grecia, proceden de territorios afectados por la violencia, como, por ejemplo, Siria, Irak y Afganistán», añadió Fleming antes de recordar que «necesitan protección internacional al hallarse físicamente exhaustos y psicológicamente traumatizados».
Por estos motivos, la agencia «pide a todos los Gobiernos involucrados que actúen con humanidad. Si bien estas cifras son abrumadoras para países cuya capacidad individual ya está muy extralimitada, como Grecia, son gestionables a través de la colaboración y de respuestas coordinadas a nivel europeo», destacó Fleming.
La portavoz de Acnur concluyó con un llamamiento a «todos los países europeos y a la UE a que actúen juntos en respuesta a la emergencia cada vez mayor y que demuestren responsabilidad y solidaridad».
CUATRO DETENIDOS. Respecto a los cuerpos encontrados el pasado jueves en el interior de un camión en una autopista en el este de Austria y que podría llevar hasta 24 horas estacionado antes de ser localizado, la Policía confirmó ayer que el número de refugiados asfixiados asciende a 71, de los cuales cuatro son menores.
Asimismo, el jefe de la Policía de la región de Burgenland, Hans Peter Doskozil, confirmó que cuatro personas fueron detenidas en relación con este suceso. Se trataría del propietario del vehículo, un ciudadano búlgaro libanés, otros dos de búlgaros y un afgano.
Además, las autoridades italianas detuvieron a 10 presuntos traficantes de personas en relación con la muerte de 52 inmigrantes y refugiados asfixiados en el interior de la bodega de un barco rescatado el pasado martes frente a las costas de Libia. Los arrestados, de nacionalidad marroquí, libia y siria, formarían parte de la tripulación del barco. El jueves por la noche, durante el desembarco en Palermo de los más de 400 supervivientes, fueron identificados los traficantes de personas.
Por último, la canciller alemana, Angela Merkel, indicó que los líderes europeos están dispuestos a mantener una reunión de emergencia, de ser necesario, para discutir sobre la crisis de refugiados, pero dejó claro que los ministros del Interior de cada Estado ya están trabajando intensamente para buscar soluciones.