Volcados con la reinserción

J.M. / Burgos
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El Centro Penitenciario de Burgos entrega de la medalla al mérito social a la Fundación Lesmes y distingue a la Guardia Civil y a la magistrada Sonia de Frutos. El subdelegado no pone fecha al inicio de las obras en la prisión

Empleados de la cárcel, familiares y autoridades se reunieron ayer en el Salón Rojo del Teatro Principal. - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

 
Terminaba su discurso el director del Centro Penitenciario de Burgos , Luis Carlos Antón, con una «anécdota» que bien podría resumir el sentido de la celebración de la fiesta de la patrona de las prisiones, Nuestra Señora de la Merced. Relataba el caso de una niña que regresaba todos los días del colegio llorando porque sus compañeros de clase se burlaban de que su madre trabajara en la cárcel. Tras darle muchas vueltas, se consiguió darle un giro a la situación contando el reto tan apasionante que tenía en su día a día «hacer que los malos se conviertan en buenos». Y a esos protagonistas, como la madre de esa niña, fue a quienes la cárcel de Burgos quiso reconocer ayer con sus galardones anuales.
Los hubo que recibieron su reconocimiento por su trabajo dentro de la prisión y también para los que de alguna manera colaboran desde fuera de ella. Así, se entregó la medalla de bronce al mérito social a la Fundación Lesmes por su programa de formación y de inserción laboral a internos. La recibió su presidente, Miguel Santos.
También se reconoció con el mismo distintivo a la monitora ocupacional del centro, María Jesús Alonso, que trabaja codo con codo con 38 reclusos y cuyo trabajo, desde el anonimato, recibió los mejores piropos de algunos compañeros del centro que acudieron ayer a la celebración. El teniente jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Burgos José Ramón Marín también se acercó a recibir su medalla.
La medalla de plata al mérito social la recibió la magistrada juez del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria Número 2 de Burgos, Sonia de Frutos, y en Madrid, de manos del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, se le entregaba este distintivo al subdirector de tratamiento penitenciario de Burgos Fulgencio Villazáfila.
El subdelegado del Gobierno,José María Arribas, intervenía para destacar «la normalidad» en el día a día de la prisión y recordaba que en la actualidad son 450 los reclusos que hay en la prisión de Burgos. Una cifra muy alejada de los más de 600 que se llegaron a juntar en los años 2008 o 2009.
El representante del Gobierno también se refirió al proyecto para realizar mejoras en las instalaciones y lo hizo para reconocer que aún está en fase de redacción y que no existe una previsión para el inicio de los trabajos. Cabe recordar  en el Presupuesto para 2014 figuraba un desembolso de 4 millones de euros que al menos en este ejercicio no se ejecutará.
 
REFUERZO. El director de la prisión también se refirió a la incorporación de la seguridad privada a la vigilancia de los accesos del centro penitenciario. Una medida, según aseguró, que no hará que se reduzcan los efectivos de la Guardia Civil que siempre se han hecho cargo de esta misión. «Será complementario», indicó.
Aunque todavía no hay nada cerrado, la previsión es que los trabajadores de Securitas, empresa a la que se ha adjudicado el contrato a nivel nacional, se incorporen «a principios de octubre». Se estima que puedan llegar a Burgos entre 15 y 20 profesionales.
Desde el sindicato ACAIP no se mostraron tan optimistas ya que, tal y como aseguraron, supone un paso más «hacia la privatización».
Acudieron al encuentro representantes de las fuerzas de seguridad como el comisario provincial de la Policía Nacional, José María Calle Leal, el Teniente Coronel de la Guardia Civil, Miguel Salom, el subdelegado de Defensa, Jesús María Cirujano o el intendente jefe de la Policía Local, Fernando Sedano. También estuvo el alcalde, Javier Lacalle y el rector de la UBU, Alfonso Murillo.