La semana pasada se sentaron las bases para desenquistar un problema que amenazaba con ser grave, uno de esos que no se ven pero se incuban hasta que se ponen verdaderamente feos. Tiene que ver con los Bomberos, y concretamente con el hecho de que la edad media del personal del Parque de Burgos se aproxime a los 50 años y un tercio de la plantilla actual entre en edad de jubilación a lo largo del próximo lustro.
El problema arraiga en los acuerdos adoptados en 2008, que siguen vigentes. Se firmó entonces establecer en 108 puestos la nómina del Parque, lo que implicaba eliminar 24 plazas. A cambio, los efectivos se comprometían a trabajar 144 horas (remuneradas) más al año cada uno, cubriendo así todas las necesidades que se plantearan. Y así ha sido. Los Bomberos han demostrado, y además recientemente, capacidad para hacer frente a algunos de los mayores siniestros posibles en la capital. Pero hay un fuego contra el que no pueden luchar: el tiempo.
Esa amortización pactada se iría haciendo conforme se produjeran jubilaciones, y mientras no se consumara no habría necesidad de convocar oposiciones. La consecuencia: siete años sin ingresar un solo bombero nuevo en Burgos. Es más, a día de hoy ni siquiera se ha culminado la amortización de todas las plazas previstas entonces. Conscientes de esta situación, ambas partes (en este caso la concejala de Personal, Carolina Blasco, y la Mesa de Funcionarios del Ayuntamiento de Burgos), han cerrado el acuerdo que permitirá, si no revertir la situación, al menos paliarla.
Según explica Blasco, la «prioridad» ha sido «modificar el acuerdo para evitar la amortización» de más plazas «y poder incorporar otras nuevas, invirtiendo así la tendencia generada por este acuerdo». Uno de los primeros pasos será cubrir las vacantes que existen y que deben ocuparse por promoción interna, de forma que esos efectivos dejarán sitio a otros nuevos que accedan desde la base. La suma de las vacantes que libere la promoción interna y de las plazas que no se amorticen en cumplimiento del acuerdo de 2008 es lo que permitirá abrir el Parque a la savia nueva.
Huelga decir que para eso es necesario que se tomen las decisiones oportunas y se convoque la oposición, pero antes era necesario modificar la relación de puestos de trabajo en los términos explicados, y eso únicamente se puede hacer en el mes consecutivo al de la aprobación del presupuesto municipal. Es decir, ahora.
Al margen de la cuestión cuantitativa, los acuerdos incluyen la disponibilidad mínima de 18 efectivos en el Parque en todo momento, el refuerzo obligatorio y remunerado de cuantas intervenciones sea necesario atender con medios extraordinarios y el mantenimiento del incremento de 144 horas en la jornada, bolsa que se irá reduciendo conforme crezca el número de recursos humanos. Esto es, a largo plazo.
No obstante, el proceso para incorporar bomberos al Parque no es ni sencillo ni rápido, así que llevará tiempo. «Sincronizaremos la promoción interna con la convocatoria de nuevas plazas, y esperamos que, en el peor de los supuestos, salgan de forma inmediata al menos cinco plazas de bombero», asegura Blasco. Eso también será posible gracias al levantamiento de la limitación a las tasas de reposición en la administración para efectivos de seguridad.