Un rescate de campeonato

I. Elices / Burgos
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6 bomberos de Burgos participan el sábado en el Rescue Day Trophy, la competición más importante de Europa de salvamento en altura, que tendrá lugar en Sevilla

El Grupo de Prácticas de Rescate en Altura (GPRA) lleva cuatro años funcionando en el parque de bomberos de la capital. El propósito con el que nació fue diseñar nuevos procedimientos para superar los métodos heredados del montañismo y la espeleología en favor de unas tácticas de salvamento urbano e industrial. Sus 20 miembros no paran de entrenar y de actualizar conocimientos. Hasta el punto de que este año van a enviar un equipo a la competición más importante de Europa de auxilio en altura, el Rescue Day Trophy, que se celebrará por primera vez en España. Será el día 7 de marzo en Sevilla. Seis efectivos del servicio de extinción de incendios de Burgos estarán allí: Javier Llorente, Anselmo Bustinduy, Alberto Saiz, Gabriel Ibáñez, José María Pampliega y Rubén Burgos. 
El equipo burgalés competirá con otras 23 formaciones europeas, no todas integradas por bomberos. Hay militares -está la UME- y empresas de trabajo en altura. Tendrán que demostrar sus conocimientos técnicos en maniobras de rescate durante las 12 horas que durará el evento, para lo cual hace semanas trazaron un plan de adiestramiento que están ahora terminando de ejecutar.
Las pruebas -seis en total- se celebrarán en varios escenarios de Sevilla, entre los que figuran el Metropol Parasol, Torresol (180 metros de altura), la Torre de los Perdigones o la Torre de la Navegación, donde tendrán que realizar un ejercicio con tirolina que cruzará el río Guadalquivir. Las víctimas a las que tendrán que salvar son reales. De hecho, es un integrante del propio equipo, que podrá rotar en las distintas maniobras. Los jueces que valorarán las pruebas proceden de países como Inglaterra y Portugal. Valorarán la seguridad del equipo de rescate y la víctima, la organización o la calidad de los nudos.
El Rescue Day Trophy tiene vocación de convertirse en cita obligada para todos los especialistas profesionales o aficionados al rescate con cuerda. «Pero es algo más que una simple competición, porque dentro del programa hay una serie de jornadas técnicas diseñadas para incrementar los conocimientos de los participantes y para presentar nuevos materiales y complementos», señala Llorente.
La participación en este campeonato es la culminación de muchas horas de trabajo. Hace 4 años, al mismo tiempo que ponían en práctica nuevos conocimientos adquiridos a través de la investigación y la convivencia con profesionales de otros países, comenzaron a adquirir instrumental nuevo, aparatos anticaídas, absorbentes de energía, descensores, «con certificaciones distintas» del material que utilizaban hasta ese momento.
Una vez que los integrantes del grupo asumieron los nuevos procedimientos había que poner al día al resto de efectivos del parque de Burgos. Vencidas las  reticencias propias que entraña modificar radicalmente la manera de trabajar, los bomberos aceptaron el nuevo rumbo, entre otras cosas porque el plan de formación diseñado a tal efecto era muy completo. Empezaron elaborando las fichas en las que explicaban los distintos procedimientos, tras lo cual comenzaron a impartir la formación. Mientras tanto, hicieron acopio del material más moderno y habilitaron un almacén en las instalaciones de avenida de Cantabria con el fin de guardar y mantener en buen estado todo el instrumental.
 Los bomberos de Burgos cuentan ya con un plan anual de simulacros en altura mediante el cual ejercitan sus técnicas lejos de la torre del parque, en empresas «que permiten desarrollar los nuevos métodos en escenarios reales», afirma Bustinduy. En los últimos meses han trabajado en Gonvarri, Adisseo, Green Power, General Electric y Cobra.
Hay que decir que buena parte de está formación la llevan a cabo fuera de la jornada laboral, «que es el único momento donde pueden coincidir» varios miembros del grupo. El objetivo final es la «mejora continua para dar el mejor servicio al ciudadano».