Las recetas que presentó en la farmacia no tenían tacha alguna. Todo estaba correcto.La fecha, la dosis, el número de la Seguridad Social, el nombre y la firma del facultativo... Pero no era normal una dosis tan sumamente elevada para una sola persona, entre 5 y 20 veces superior a la que habitualmente se receta para el autoconsumo de unos fármacos que además están considerados como psicotrópicos y estupefacientes, Tranxilium y Targin.
Aunque no les quedó otro remedio que dispensarle las medicinas, la sospecha anidó en el mostrador de esa botica de la capital burgalesa y dio inicio a una investigación del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidroga (EDOA) de la Unidad de Policía Judicial de la Guardia Civil, a primeros de febrero.
Tras comprobar una vez más la originalidad de las recetas e identificar al facultativo que las prescribió, también de Burgos, se pusieron en contacto con él. Este había sido engañado con unos informes, supuestamente expedidos por el Departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, en los que consignaba esas dosis de medicación a todas luces excesivas.
Solo en el mes de diciembre, el sujeto había conseguido 157 dosis de oxicodona (Targin, un estupefaciente para el dolor intenso) y 648 de clorazepato de potasio (Tranxilium, psicotrópico empleado para tratar diversos trastornos de ansiedad).
Asesorados por la Inspección de Farmacia, los investigadores concluyeron que el fin era conseguir recetas de forma fraudulenta, al ser medicamentos susceptibles de su venta ilícita.
Adicionalmente, existe un fraude a la Seguridad Social, ya que dichos medicamentos se encuentran subvencionados, por lo que una vez identificado el autor, y tras ser localizado fue detenido en la capital. Ha sido identificado con las iniciales G.E.Z., de 34 años
La operación, bautizada Falsa Tranquilidad, ha sido coordinada por la Guardia Civil en colaboración con la Inspección de Farmacia de la Gerencia de Salud del Sacyl (Área de Burgos). Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción 1 de Burgos.