Una tragedia amorosa del siglo XVI ha convertido a la italiana Verona en un lugar de encuentro de cientos de miles de enamorados y visitantes que cada año asisten a la ciudad transalpina a remomorar el mito de la pasión que narró Shakespeare entre Romeo y Julieta. Máxime cuando se celebra hoy el Día de San Valentín y la urbe se viste de gala con un festival dedicado al santo italiano.

El primer evento del festival Verona in Love tuvo lugar ayer con un beso en público que duró un minuto y que se desarrolló en la plaza de los Señores, donde se instaló un enorme corazón rojo que marca el epicentro de un programa de actividades. Además, la edición de este año coincide con el cuarto centenario de la muerte del embajador más ilustre de la ciudad: Shakespeare. El dramaturgo inglés eligió esta antigua ciudad próxima a Venecia como escenario de la historia de amor de Romeo y Julieta, jóvenes enamorados pero trágicamente pertenecientes cada uno a dos familias de idéntico linaje y acérrima rivalidad.

Por esa razón, el Ayuntamiento veronés ha decido honrar la memoria del escritor con un festival destinado a entretener e involucrar a las muchas parejas que estos días eligen la ciudad como destino.

«El objetivo es reunir en un festival diversas iniciativas culturales, sociales y deportivas que giran en torno al mito de Romeo y Julieta y al tema de los enamorados», explicó el concejal de Turismo, Marco Ambrosini.

El evento propone visitas a los principales lugares recreados por el escritor, como la casa de Julieta, una posada del siglo XIII en la que se sabe que vivió la familia de los Capuleto.

Quienes decidan pasar por Verona estos días y lo hagan en pareja podrán disfrutar de una serie de promociones en actividades como la visita a la tumba en la que, según la leyenda, fue enterrada Julieta, o la torre medieval de Lamberti.

Los organizadores del programa proponen también visitas guiadas a diferentes lugares de interés cultural, espectáculos teatrales, musicales y deportivos, así como presentaciones de libros y degustaciones de productos típicos.

En definitiva, Verona ofrece a sus visitantes todo un plantel de actos con los que honrar a los desafortunados amantes y, en segundo lugar, para atraer la atención de los enamorados de todo el mundo.

Toda una industria.

Y es que detrás de los corazones, la música acaramelada, los flechazos y el algodón de azúcar se desarrolla «toda una industria», según confesó Ambrosini, quien subrayó que se ha hecho del amor «una tarjeta de presentación».

«Basta pensar en los cientos de miles de turistas que transitan cada año por la ciudad para ver los lugares del mito, como la casa o la tumba de Romeo y Julieta. Es importante porque de este tema Verona ha hecho su característica», afirmó.

El estado de salud del turismo en Verona es, en su opinión, «óptimo», y aseguró que este tipo de actividades, en plena temporada baja, «llenan verdaderamente la ciudad».

Actualmente, Verona es una de las ciudades italianas que más visitantes recibe, animados por el interés que suscita esta obra atemporal, que describió un amor fatal que no entiende de genealogía.