Morfeo pinta los ideales cervantinos en el 'Guernica' de Pablo Picasso

I.L.H. / Burgos
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Para la puesta en escena de 'El retablo de las maravillas' la compañía echa mano del cuadro cubista eliminando a los personajes. La estética sirve para hablar de hipocresía, tragedia y bajezas de ayer y de hoy

Como en el retablo más famoso de Miguel de Cervantes no hay actores, porque como pasa con El traje del emperador resulta todo un engaño, la compañía Morfeo Teatro ha decidido darlo forma con un Guernica desprovisto de personajes. La adaptación del entremés adopta como escenografía el cuadro cubista de Picasso, uniendo en una misma obra a dos genios para hablar de la hipocresía y la realidad no aparente. La reinterpretación del Guernica permite que «en vez de la tragedia picassiana, la estancia sirva como espacio de conflictos para representar el drama cervantino del argumento de la obra».

Con esa estética, la compañía de teatro clásico afronta un nuevo reto en el cuarto centenario de la muerte de Cervantes. Después de adentrarse en el genio de la literatura a través de El coloquio de los perros -con el que viajaron a México y Estados Unidos en 2013- y de rendir homenaje a los autores del Siglo de Oro en la ¡Fiesta!, Morfeo propone recuperar los ideales cervantinos con una sátira cruel que incluye varias textos del manco de Lepanto y, como nexo de unión, El retablo de las maravillas.

La compañía utiliza fragmentos de obras como La elección de los alcaldes de Daganzo, El juez de los divorcios, El coloquio de los perros, Pedro de Urdemalas y Don Quijote de La Mancha, así como aforismos, cartas y singularidades poéticas del autor. Con esta amalgama buscan «reunir el pensamiento cervantino en su dimensión más humanista, resaltando con crudeza anhelos y bajezas de la sociedad de su época, dentro de un juego de ilusiones teatrales que permite que el ácido discurso de Cervantes se exprese como metáfora de nuestros días y para criticar la mediocridad de los gobernantes de su tiempo así como la decadencia ética de sus coetáneos, en claro paralelismo con la nuestra; pues, como el mismo denunciaba, ‘entre la virtud y el dinero, lo segundo es lo primero’», tal y como apuntan Francisco Negro y Mayte Bona, fundadores de Morfeo Teatro.

El montaje cuenta con un elenco de siete actores, siendo Joan Llaneras (Premio Ercilla de Teatro) quien encarna a Miguel de Cervantes Saavedra. El resto del elenco lo integran Francisco Negro (que también dirige la obra), Mayte Bona, Felipe Santiago, Adolfo Pastor, Santiago Nogués y Mamen Godoy, actores habituales de la compañía. El retablo de las maravillas, la obra que cuenta cómo los mandatarios de un pueblo, ante un retablo vacío mostrado por unos cómicos, y aparentemente mágico por no enseñar nada a sucios de sangre o bastardos, simulan ver lo que no ven para demostrar que son ‘gentes de bien nacer’, se estrena el sábado 30 de enero en el Teatro Principal.