Adiós al viejo modelo de una Formación Profesional (FP) desconectada de la realidad empresarial y denostada socialmente. El Gobierno quiere un nuevo sistema «más moderno, flexible e innovador», que «se anticipe a las necesidades del modelo productivo», por lo que pidió ayer a las empresas que se involucren más en su diseño y desarrollo y que los jóvenes la vean como una oportunidad laboral.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, junto a las ministras de Educación, Isabel Celaá, y la de Trabajo, Magdalena Valerio, escenificaron el impulso que el Gabinete socialista quiere dar a estas enseñanzas con el objetivo de prestigiarlas en la jornada +Futuro+Progreso=+FP. La educación que desarrolla el talento, celebrada en el Museo del Prado.
Ante más de 400 expertos educativos, del mundo empresarial, comunidad educativa, regiones y cámaras de comercio, Sánchez incidió en la «importancia estratégica de la FP para la competitividad de las empresas y la empleabilidad».
«Ha llegado la hora, de una vez por todas, de dar prioridad a la FP», recalcó Sánchez, quien indicó que es «irresponsable» negar que esta formación «sufre en España un problema estructural».
Para avanzar en este sentido se va a dar una nueva dimensión a 12 titulaciones, al incluir en las mismas cursos sobre ciberseguridad, robótica, Big Data y otros de las industrias 4.0.