Servir de puente entre los recién titulados y el mercado laboral es una de las funciones de la Fundación General de la UBU. Para ello, desarrolla tres líneas de trabajo cuyos resultados «merecen la pena». Estos tienen que ver con que más del 40% de los graduados que realizan prácticas en una empresa se quedan en ella una vez concluida la beca, cuya duración va de los seis a los doce meses con un salario mínimo de 780 euros.

Juanjo Sanza, coordinador de la entidad, califica de «muy buen dato» esta inserción, además de destacar que la que para muchos es su primera experiencia en el mercado de trabajo lleva consigo una formación «complementaria y específica» por parte de la compañía. El porcentaje es similar aunque varíe el programa al que se acojan quienes haya terminado la carrera.

Por un lado y según explica Sanza, está el denominado de Cooperación Educativa, financiado con las aportaciones de las empresas y del que anualmente se benefician entre 160 y 200 jóvenes. Por otro, hace referencia al que se desarrolla en colaboración con el Instituto de Competitividad Empresarial (ICE, antes ADE), que incluye unas 75 becas para la realización de labores de I+D+i e internacionalización. Finalmente y de reciente implantación, existe un tercero para realizar estancias de cinco meses en países europeos que tiene 24 plazas y está destinado a personas inscritas en el Sistema de Garantía Juvenil.
 

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