La crisis y la caída de la natalidad reducen un 50% los carnés de conducir

A.R. / Burgos
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Desde 2009. El descenso está siendo «progresivo y preocupante», según explica el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas (Apab), Miguel Martínez

Alumna y profesor, durante una clase práctica. - Foto: Jesús J. Matías

El sector de las autoescuelas también está sufriendo las consecuencias de la crisis económica y, paralelamente, de la caída del consumo. Y es que desde que estalló, estos centros están notando un descenso «progresivo y preocupante» en su actividad, una tendencia que también se está registrando a nivel nacional. Así lo explica el presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Burgos (APAB), Miguel Martínez, quien asegura que desde 2009 la emisión de permisos ha caído entre un 50 y un 55%.

Junto a la grave situación económica, hay otros dos factores que han condicionado esta bajada. Por un lado, el descenso en el índice de natalidad. «Comenzó hace más de dos décadas y ahora es cuando más estamos notando que hay menos jóvenes», añade. El segundo hecho está en la menor presencia de inmigrantes. «Muchos han vuelto a sus países de origen o se han marchado a otros lugares con condiciones de vida más favorables y los pocos que se han quedado tienen, en su mayoría, escasos recursos. Antes, en la época de bonanza, ayudaron a compensar la caída de la natalidad en nuestro país», añade.

De acuerdo con ello, en 2013 se expidieron en Burgos 4.414 permisos, de los que 3.118 fueron de tipo ‘B’ (turismos) y el resto, de profesionales. «La mayoría de quienes acuden a las autoescuelas son jóvenes de entre 18 y 22 años. Antes teníamos también alumnos más mayores, pero ahora su presencia es muy escasa». Mención especial merece también el caso de quienes se sacan el carné de moto, que registra mejores datos que el de turismo. «Y ello pese a que esta modalidad es un lujo, un capricho». Eso sí, la demanda se registra casi mayoritariamente en verano.

En todas estas causas coinciden también los profesores de Formación Vial, Luis Rodero, y de la Universidad de Salamanca, Cristóbal Rojas, quienes -en un estudio titulado ‘Crisis, natalidad, autoescuelas y... ¿Futuro?’- recuerdan que  «en los últimos años, sacarse el permiso de conducir era casi una obligación de toda persona cuando cumplía la mayoría de edad», una tendencia que ha cambiado.  De hecho, apuntan que mientras la actividad de las autoescuelas parece no haber sufrido cambios en su planteamiento en los últimos 40 años -salvo la aparición de los ordenadores, que permitieron informatizar los tests- ha habido «un parámetro biológico externo y absolutamente incontrolable por los responsables del sector, que ha sido la evolución de la población en España».

En el mismo sentido, Rodero y Rojas explican que «la crisis ha provocado un cambio de paradigma en el consumo individual y familiar. «Algo ha arraigado en la estructura de las familias que va a permanecer durante muchos años:la idea de controlar los gastos superfluos, los gastos no imprescindibles».

DATOS «ESTREMECEDORES»

Este estudio pone de relieve, además, que el futuro es cada vez más preocupante. Prueba de ello es que en 1965 hubo en España 676.361 nacimientos, lo que significaba que en 1983 (18 años después) si todos hubiesen obtenido el permiso de conducir en alguna de las 5.500 autoescuelas que existían, cada una hubiese tenido 122 alumnos potenciales de media. Frente a ello, los datos de hoy día son «estremecedores». La población entre 15 y 19 años, es decir, quienes tendrían que obtener el permiso en el periodo 2012-2016, asciende a 2,2 millones de jóvenes empadronados (incluye a inmigrantes en situación legal). Ysi dividimos dicha cifra entre cinco años y las 9.207 autoescuelas que hay, la media de alumnos por centro sería de 48 al año, muy inferior al dato anterior.

En Burgos, de acuerdo con este estudio, el ratio de alumnos sería de 56 al año por autoescuela, teniendo en cuenta que hay medio centenar en la provincia, de las que 35 están en la capital. «Se han compensado los cierres que ha habido con aperturas», asegura el presidente de Apab.

En cada uno de estos centros, trabajan de media ‘un profesor y medio’. Ycada una de ellas tiene al año unos 60 alumnos, una cifra por encima de la media nacional, que se sitúa en los 48.