El primer proyecto industrial que arraiga en el aeropuerto de Villafría pisa fuerte y aterriza con voluntad de crecimiento inmediato. Aeronova, la compañía de vuelos chárter perteneciente al Grupo Suñer, de capital valenciano, tendrá su base de mantenimiento de aviones operativa en el aeropuerto burgalés a partir del próximo 10 de marzo, apenas 48 horas después de que sus aviones comiencen a tomar tierra en Burgos.
Así lo avanzó ayer su director general, Antonio Gimeno, en la puesta de largo en público de la aerolínea, cuya especialidad son los vuelos de pequeña y media capacidad tanto en el sector de la logística (su principal actividad) como en el transporte de viajeros (en plena expansión). Aeronova, que en el último año facturó siete millones de euros y cuenta con 17 años de experiencia, basará en Villafría ocho aviones, de los que seis son ‘taxis’ capaces de mover dos toneladas de carga o 19 pasajeros y otros dos son ATR con capacidad para medio centenar de viajeros.
El propio Gimeno ratificó que «hasta ahora» tenían sus base de mantenimiento en Valencia (Manises), donde, especificó, «seguiremos teniendo nuestras oficinas centrales y sede social», pero que buscaban un aeropuerto en el Norte de España con la finalidad de reducir costes de desplazamiento respecto a sus principales destinos, que se radican en Reino Unido y en Europa del Este.
El directo aseveró que «Burgos no estaba» entre los candidatos, pero que las conversaciones mantenidas con la gerente del Consorcio, María Jesús Lope, y con el director de Villafría, Ángel Otero, impulsaron a la compañía a comprobar que el aeropuerto burgalés se ajusta a sus necesidades «como un guante». «En unos meses pudimos cerrar los acuerdos», remarcó, algo que sería impensable en un aeropuerto de mayor rango.
Esos acuerdos no incluyen aportación económica alguna desde el Consorcio, como ambas partes remarcaron. Javier Lacalle, presidente del organismo, no cerró la puerta a que de cara a futuro se pueda ayudar a la compañía para proyectos concretos, pero subrayó que el desembarco de Aeronova en Burgos no obedece a ayuda alguna, sino a la oportunidad que le ofrece el posicionamiento de Burgos de ahorrar costes e incrementar su mercado (ver recuadro) en el sector de la logística.
El apoyo al traslado también ha sido categórico por parte de Aena, un objetivo en el que Otero ha jugado un papel relevante. Así se demuestra el acuerdo alcanzado entre la propiedad de las instalaciones y la compañía para que cuando sea necesario operar una operación de logística imprevista el aeropuerto esté listo para realizar el vuelo con un aviso previo de tres horas.
buen horizonte. Precisamente una de las especialidades de la compañía es la de trabajar con sectores industriales que por motivos de producción pueden necesitar recibir un suministro concreto en cuestión de horas para no detener sus líneas en las fábricas diseminadas por Europa. Esa versatilidad era clave garantizarla porque constituye a su vez el éxito de Aeronova.
Tener esos ocho aviones en perfecto estado de revista (algunos pasan revisión cada 75 horas de vuelo, que es muy poco tiempo) requerirá el traslado de entre 10 y 12 trabajadores de forma fija (incluye mecánicos, técnicos y una tripulación), pero Gimeno confirmó que la planificación del Grupo es que su división aeronáutica crezca pronto.
Uno de los dos ATR con capacidad para 49 pasajeros está cubriendo la ruta regular Málaga-Melilla, mientras que el otro, que llegará a Burgos el 11 de abril, operará todos los chárter previstos este año desde Burgos. «Vamos a incorporar un tercer ATR este año y entonces empezaremos a contratar más personal, esta vez ya en Burgos», concretó Gimeno. Además, prevén firmar convenio de prácticas laborales con la UBU y con centros de FP.