Patrimonio permite actuar en las vidrieras de los Condestables

I.L.H. / Burgos
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El Cabildo recibe el visto bueno de la Junta para intervenir en la protección y restauración de la cristalería de la capilla del siglo XV. La actuación comenzará por el cerramiento exterior

La capilla conserva vidrieras de 1500 y ha perdido otras. - Foto: Alberto Rodrigo

Pasito a pasito, la Catedral de Burgos sigue avanzando hacia su rehabilitación integral. Como un peldaño más, el Cabildo acaba de recibir el visto bueno de la Junta para intervenir en las vidrieras de la capilla de los Condestables, aunque aún no disponen del dinero suficiente para la remodelación completa y andan reclamando mecenas. Pero lo primero es lo primero y antes de buscar financiación necesitaban el permiso de la Dirección General de Patrimonio, órgano que supervisa todo lo que se hace en la Catedral.

El proyecto para actuar en las vidrieras incluye el desmontaje de los elementos más deteriorados, su restauración, la protección y cerramiento exterior del conjunto para asegurar toda la zona y la recuperación de los elementos que faltan, que serán restituidos con nuevos diseños «al estilo de lo que se hizo en el cimborrio», asegura Juan Álvarez Quevedo, presidente del Cabildo, al recordar lo que la empresa burgalesa Vidrieras Barrio llevó a cabo en el templo hace más de diez años, recuperando los vitrales del siglo XVI que se conservaban y creando obra nueva.

La actuación completa cuenta con un presupuesto estimado de unos 300.000 euros, pero al no disponer del dinero suficiente se irá acometiendo poco a poco, comenzando este mismo año con lo más urgente: la protección de lo que ya hay a la espera de mejores tiempos. «Tenemos que hacer el cerramiento para la protección exterior y eliminar los elementos que puedan estar deteriorados y supongan un peligro. Es decir, primero hay que desmontar los vitrales, proteger la zona y volverles a montar hasta que tengamos dinero», añade el presidente del Cabildo.

Desde 1500

Las vidrieras de la capilla de los Condestables, oratorio mandado construir en el siglo XV por Pedro Fernández de Velasco y doña Mencía de Mendoza, fueron realizadas por Arnao de Flandes El Viejo entre 1510 y 1522. El maestro vidriero se estableció en Burgos a comienzos del siglo XVI y además de trabajar en el templo gótico burgalés firmó algunas de las vidrieras de las catedrales de Ávila y Palencia.

De todos los vitrales de la capilla de los Condestables en la actualidad se conservan media docena de ventanales con vidrieras originales. Las otras se perdieron probablemente durante la invasión francesa. De las que se conservan, algunas se han podido restaurar, como la que se presentaba en la exposición Mirabilia, organizada por la Fundación Caja de Burgos en colaboración con el propio Cabildo. Los diseños que aparecen en los ventanales bajos del oratorio narran el ciclo de la infancia de Cristo y en los superiores aparecen imágenes de santos.

Arnao de Flandes es autor de las vidrieras dentro de una capilla en la que también intervinieron grandes artistas de la época como Simón de Colonia, Gil de Siloé, Diego de la Cruz, Diego de Siloé, Felipe Vigarny y León Picardo.