Ircio urge medidas para evitar las carreras ilegales por el pueblo

R.L. / Miranda
-

La proximidad al polígono, que carece prácticamente de actividad, motiva que algunos conductores conviertan el lugar en un circuito que pone en peligro a sus habitantes

Sin apenas actividad industrial en sus más de dos millones de metros cuadrados de superficie, hay quien aprovecha las calles del polígono de Ircio para pisar con fuerza el acelerador. Ya en ocasiones se ha tenido conocimiento de carreras ilegales en el vial que comunica el polígono con la carretera de Logroño, aunque de un tiempo a esta parte hay quienes optan por aprovechar la vía principal del polígono, la BU-735, para poner a prueba su destreza al volante, superando con creces los 50 kilómetros por hora permitidos. 
Lo más grave es que no se limitan a correr por las delimitaciones  del polígono,  sorteando las rotondas por los carriles interiores, sino que continúan hasta Ircio, una pedanía mirandesa de poco más de 60 habitantes que los vehículos atraviesan por su calle principal a una alta velocidad. Algunos coches superan, durante el día, los 50 kilómetros por hora permitidos, cuando realmente más peligro hay de atropellar a un peatón, pero también esas carreras de velocidad se producen durante la noche. Explica su nuevo alcalde, Andrés Marqués, que algunos de esos conductores aprovechan que no hay vecinos en el nuevo parque infantil para atravesarlo por completo a través de un camino exclusivo para peatones y llegar a la pista polideportiva, «donde hacen un trompos tremendos y dan la vuelta para regresar». 
La situación ya es de sobra conocida por la Policía, ya que los vecinos de Ircio han telefoneado en varias ocasiones a los agentes alertando de esta situación. Pero hasta ahora, no se ha conseguido poner fin a esta peligrosa práctica que preocupa a los habitantes de un pueblo que, ahora en verano, aumenta considerablemente su número de vecinos. De los 64 que residen habitualmente se pasa a más de 100 en estos meses de vacaciones. «Estamos preocupados, y nos da miedo porque en el pueblo hay bastantes niños. Durante el año hay 15 y ahora se superan los 20, y están todo el día jugando y corriendo por la calle», expresa Marqués, que ha puesto en conocimiento tanto de la delegación mirandesa de la Junta de Castilla y León como del Ayuntamiento la situación que vive el pueblo.
Hace unas semanas, registró a través del Servicio de Atención Ciudadana (SAC) del Consistorio un documento en el que explicaba el problema y urgía la toma de medidas para poner freno a estas carreras, limitando de alguna manera la velocidad de los vehículos. A su juicio, la primera actuación que se ha de tomar es colocar tres pasos elevados a lo largo del pueblo que obliguen a todos los vehículos a frenar. El primero de los reductores de velocidad se localizaría a la entrada de Ircio, nada más subir la cuesta; el segundo, unos metros más adelante, hacia la mitad del pueblo, mientras que el tercero sería, a su juicio, idóneo colocarlo a la altura del parque infantil. Al remontarlos, los conductores no tendrán remedio que reducir su velocidad. 
 
Fibra óptica.
Puestos en contacto con el Ayuntamiento de Miranda, desde  Obras se señala que la propuesta se está estudiando, aunque en principio dicha carretera no es competencia municipal, sino de la Junta, por lo que no pueden actuar en la misma pese a atravesar una pedanía mirandesa. 
Al margen de esta actuación, el nuevo alcalde también se ha propuesto que la fibra óptica llegue a Ircio para que sus vecinos puedan tener internet en casa y navegar por la red con más rapidez. Durante el verano, la pedanía está mucho más animada e incluso se ha vuelto a abrir el bar los fines de semana para disfrute de los vecinos.