La Comisión de Cultura del Senado aprobó ayer por unanimidad de todos los grupos políticos una moción de apoyo a los actos de conmemoración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos, en la que además se insta al Gobierno de España a colaborar en este acontecimiento. La moción partía del Grupo Popular que había consensuado el contenido con el Partido Socialista ya que, según reconoció la senadora del PP por Burgos, Cristina Ayala, y refrendó el portavoz socialista, Ander Gil, las dos formaciones han ido «constantemente de la mano» junto a la «sociedad burgalesa» en este asunto.
La moción «manifiesta su apoyo a los actos en conmemoración del VIII Centenario de la Catedral de Burgos», insta al Gobierno «a colaborar activamente en la programación» prevista para este acontecimiento e incluye al Ministerio de Cultura como parte del Patronato de Honor de este proyecto.
En el texto se recuerda que el 20 de julio de 2021 «se cumplirán 800 años de la colocación de la primera piedra de la Catedral de Burgos por el rey Fernando III y el obispo don Mauricio». Ese momento, dice, dio inicio a un «proyecto constructivo de enorme singularidad y repercusión europea» ya que, por un lado, «se convirtió en la primera gran construcción del gótico clásico español» y, por otro, «pasó a ser modelo de inspiración para muchos de los monumentos religiosos peninsulares de los siglos XIII y XIV».
Además de hacer un repaso por su historia, la moción se detiene a valorar «la calidad, singularidad y variedad de sus colecciones de escultura, pintura, orfebrería, vidrieras, rejería y textiles» y destaca como la Seo «es custodia de un riquísimo legado documental y bibliográfico, con documentos que van desde el siglo X hasta nuestros días, y de un importantísimo patrimonio musical basado en su rica colección de órganos y manuscritos musicales». De igual manera recuerda que ha sido testigo de «grandes hechos históricos» y lugar de enterramiento de «destacados personajes ligados a la historia y la literatura española como Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid». Todo ello, incide la moción, ha hecho que la UNESCO declarara en 1984 a la Catedral de Burgos como Patrimonio de la Humanidad.
El texto hace hincapié en que es un «magnífico ejemplo de conexiones de Castilla y León con Europa desde un punto de vista artístico» y recuerda que «en la actualidad sigue siendo un centro vivo, lleno de actividad espiritual y cultural, con vocación de proyectarse en el siglo XXI». Por último, pone en valor que la conmemoración de estos ocho siglos «ha cuajado en el trabajo que está desarrollando la Fundación del VIII Centenario y goza desde sus inicios del absoluto consenso político y social de la ciudad».
La senadora Ayala, que ha llevado la voz cantante en este asunto, aseguró que «desde el principio que nos plantearon esta idea nos pareció que el Senado debía estar en la defensa de todos los actos que se llevaran a cabo». Por eso, recordó, «tras un encuentro con el arzobispo, presidente de la Fundación, y con el vicepresidente, Méndez Pozo, tuvimos muy claro que todos los senadores por Burgos debíamos respaldarlo y que debíamos también lograr el mayor respaldo político posible», comentó al respecto.
No fue posible aprobar una declaración institucional en el Senado porque «Bildu y Compromís extrañamente no quisieron votarla a favor», explicó. Así que el Grupo Popular optó por llevar la moción a la Comisión de Cultura, donde solo hace falta mayoría simple.