En este polideportivo cabe todo el pueblo

S.R. / Castrillo-Milagros
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Las instalaciones deportivas se han convertido en un buen aliado de los alcaldes para fijar población; pero algunos se han pasado de frenada. Mientras muchos municipios carecen de salas en las que poder realizar sencillas actividades como la gimnasia de mantenimiento para las personas mayores, otros cuentan con grandes polideportivos en los que cabe todo el pueblo. No se trata de una frase hecha ni de una exageración. En la Ribera del Duero hay ejemplos de ello. 
Es el caso de Castrillo de la Vega, cuyo pabellón -con gradas incluidas- tiene una capacidad de 700 personas. Su población, en cambio, es de 630 habitantes. Sin embargo, el regidor, Juan José Gutiérrez, defiende su construcción por el uso que tiene: «Hay niños todas las tardes, se hacen actividades extraescolares y en él ensayan grupos de música hasta de Aranda. También es el núcleo de las fiestas patronales».
Algo similar sucede en Milagros. Los técnicos municipales cifran el aforo en 500 personas, mientras la población tan solo es de 477. El alcalde, Pedro Luis Miguel, reconoce el «elevado coste que supone su mantenimiento».
Más razonable resultan los de Fuentespina, con un aforo de 300 y población de 771, y Cabañes de Esgueva, con 100 frente a 190, respectivamente. Relación que mantienen los otros tres polideportivos de la comarca, ubicados en Ciruelos de Cervera, Fresnillo de las Dueñas y Roa de Duero. Este último con una capacidad de tan solo 350 para una población de 2.453. En el Príncipe de Asturias de Aranda solo caben 2.800 de sus más de 33.000 habitantes.