Las siete joyas de Villaveta

I.P. / Burgos
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Esta tarde (19.00 h.) se presentan los trabajos de restauración, realizados por Batea, de los dos últimos retablos de la iglesia de la Inmaculada Concepción, el de Las Ánimas y el del Santo Cristo

Hermosa instantánea del templo de Villaveta durante un concierto de órgano, instrumento musical que también fue objeto de restauración, como los retablos y otros elementos del inmueble. - Foto: Patricia

Después de varios años de obras, llega el momento de presentar los trabajos de restauración de los dos últimos retablos, de los siete que la conforman, de la iglesia de la Inmaculada Concepción  de Villaveta. Las obras han finalizados y estos días se quitan andamios y se saca lustre al templo para mostrarle ya desde esta misma tarde en todo su esplendor. A las 19,00 horas, los técnicos de Batea, la empresa que ha realizado los trabajos en los retablos de Las Ánimas y el Santo Cristo, presentaron el resultado de su labor.

Villaveta, pequeña localidad pertenece al término municipal de Castrojeriz, recobra en verano todo su dinamismo con el regreso de  su hijos, orgullosos de sus raíces y, sobre todo, de su templo. Rosa Tera, gerente de la empresa de restauración Batya, se ha permitido hacer unas reflexiones de la lcoalidad, después de patearla durante el tiempo que han durado los trabajo, sin casi gente por sus calles y rincones. «Al pasear por sus calles, uno percibe que esto no siempre fue así. Sus casas cuentan momentos en los que el pueblo fue habitado por personas que recogían el trigo a mano o con la ayuda de bestias, almacenaban manzanas y nueces en el desván, cuidaban a los animales en los corrales, llevaban a moler el grano en los molinos para el abastecimiento de la casa, y se calentaban con las glorias», y continúa alabando que, pese a ello, se hicieran obras magníficas: «Con estas durísimas condiciones de vida, en el siglo XVI, las personas que lo habitaron fueron capaces de dotar al pueblo de una imponente iglesia parroquial que sigue las trazas de Rodrigo Gil de Hontañón. En su interior siete retablos y un órgano nos hablan del uso de una comunidad que se reúne desde entonces asiduamente desde las mismas creencias y que aporta grandes cantidades económicas para ornamentar su lugar de encuentro con obras de primera magnitud, como muestra el sagrario de Gregorio Fernández que se ubica en el altar mayor».

Los trabajos en la iglesia de Villaveta se han podido llevar a cabo gracias  a los fondos proveentes  de la Fundación Gutiérrez Manrique y fondos LEADER, gestionados por Adeco Camino, así como donaciones de patrocinadores privados, descendientes de aquellos que antaño financiaron comunitariamente su construcción, tal y como recuerda Rosa Tera. Entre estos mecenas, hay que mencionar las aportaciones de la parroquia de Villaveta y las de algunos vecinos del pueblo como María Calleja Dueñas, fallecida en el año 2006).

Desde el año 2009, que comenzó este proceso de recuperación de las joyas del templo de villaveta, se han realizado intervenciones en site retablos; en el órgano expoliado por robo en el año 1952; la recuperación arquitectónica de dos puertas laterales ocultas, y el retejo de los mil metros cuadrados que cubren el edificio, declarado Monumento Nacional el año 1982. Ahora llega el momento de difrutar de todo el conjunto.