A Belén, pastores

R.L. / Miranda
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La Asociación Belenista hace un guiño a la plaza de España en la muestra de belenes de la Casa de Cultura

Cada Navidad se iluminan las calles, llegan a casa los Reyes Magos y la Asociación Belenista Mirandesa monta su particular belén. Un regalo para la vista que las familias pueden visitar en  la Casa de Cultura. Los niños disfrutarán con cada figura, con cada  detalle de esta inmensa recreación del Monte de los Olivos, el castillo de Herodes, la llegada de los Reyes, la anunciación de los pastores y el nacimiento de Jesús, todo en 16 metros cuadrados de superficie, mientras que los mayores admirarán los detalles y valorarán el enorme trabajo que supone sacar adelante de una forma tan cuidada y minuciosa un trabajo de estas características. La novedad de este año es que ya no hay fuentes de agua. Han subido un escalón más en el nivel de dificultad y han recreado un auténtico río. «Estamos  contentos con cómo ha quedado. Ha supuesto un esfuerzo, pero el agua siempre da mucha vida a los belenes», explica la presidenta del grupo, María Ángeles Puras.

El colectivo siempre aprovecha esta muestra para hacer un guiño a Miranda, y si el año pasado recrearon el puente de Carlos III, esta vez le ha tocado el turno a la plaza de España. Eso sí, avisan: que nadie espere ver el quiosco. «Nos remontamos al año 1800, y entonces no había quiosco», añade Puras. Ellos han querido reflejar el día a día de lo que entonces era la plaza, un lugar de paso de los vecinos de la época por el que, además, transitaban centenares de animales. En esta recreación, además, se cuelan los Reyes Magos. Los edificios, eso sí, son reconocibles por todos, desde el Ayuntamiento a la Casa de las Cadenas, la casa parroquial o incluso la iglesia de Santa María. Quien tenga buena memoria recordará que el Ayuntamiento y algunos de estos edificios ya se expusieron años atrás. Ahora, «con unos retoques», vuelven a protagonizar la muestra de la Asociación Belenista.

Y es que aunque en su taller trabajan muchas manos, es muy complicado poder estrenar material todos los años. «Somos 47 socios, pero solo alrededor de 20 estamos en activo», dice la presidenta, quien desvela que ya en enero se ponen a trabajar en el belén de las Navidades siguientes. Cada año también se suman alumnos que quieren aprender a hacer esos bonitos dioramas. Y aunque desde fuera pueden parecer complicados, enseguida se dan cuenta de que «es más sencillo de lo que piensan, y muy gratificante». Para  asistir a sus cursos «no hace falta ser un manitas; solo hay que tener ganas de aprender y ser curioso». Quizás lo más difícil es «tener la idea, saber lo que quieres hacer». Ese es el primer paso. Luego, para saber cómo hacerlo ya están ellos. «Nosotros les asesoramos y les ayudamos en todo», dice Puras.

La muestra de este año, que se puede visitar hasta el día 6, se completa con dioramas de pequeños nacimientos, entre las que destacan originales obras como una pagoda china o un convento de monjas. Quien se acerque podrá además adquirir allí un calendario y entrar en el sorteo de un belén realizado por  el grupo. El dinero que recaudan lo destinan a la compra de materiales y de figuras, que por lo general son bastante costosas.