Se cuadriplica el número de enfermeras que salen a trabajar al extranjero

Angélica González / Burgos
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En 2012 el Colegio de Enfermería de Burgos dio de baja a 27 profesionales que encontraron empleo en otro país. Durante los tres años anteriores lo habían hecho, en total, seis

Una joven mira, ayer, el tablón de anuncios del Colegio Oficial de Enfermería de Burgos, repleto de ofertas de empleo en el extranjero. - Foto: Ángel Ayala

No es una novedad que las enfermeras burgalesas ‘emigren’ de España cuando vienen mal dadas. Lo han ya hecho en anteriores crisis, tanto en las generales del país, como en las propias de su colectivo, que ha ido oscilando entre la necesidad de profesionales -hasta el punto de que en algunos momentos los hospitales tenían que cerrar plantas porque no había personal- y la falta de empleo.  

Pero lo que ocurre ahora es algo nunca visto. En 2012 pidieron su baja en el Colegio de Enfermería de Burgos, 27 graduadas que encontraron empleo en otros países (más de la mitad de las 40 que se colegiaron). Esta cifra multiplica por algo más de cuatro a la que se acumuló en los tres años anteriores ya que en 2009 se fue una a Italia; en 2010, lo hicieron 3 que no especificaron al Colegio sus destinos y en 2011, 2. En el mes y medio que ha transcurrido de este 2013 ya se han marchado 3. Los países que las han recibido son Francia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Suiza, Finlandia, Australia, Portugal, Noruega y Bélgica.

El panorama no pinta mejor para los próximos meses. Dice Esther Reyes, presidenta del Colegio de Enfermería de Burgos, que este año las profesionales no podrán hacer ni sustituciones de verano «porque la Administración las ha reducido al mínimo». Y es que si ya hay un importante número de enfermeras que llevan mucho tiempo, una década o más, sin estabilidad laboral ni plaza en propiedad en la Sanidad pública, ‘enganchando’ empleos de algunos meses en verano y aprovechando bajas laborales, las nuevas graduadas se van a encontrar una situación mucho peor «porque todo esto prácticamente ha desaparecido y las poquísimas sustituciones que haya las harán las que tienen más antigüedad, que igual hace diez o doce años que ha acabado la carrera».

La presidenta del Colegio recordó que las enfermeras incluidas en el último proceso de consolidación de empleo público «fuerte» tomaron posesión en 2006, «y era una oposición que venía del Insalud porque tardó mucho tiempo en resolverse». Desde entonces, Castilla y León, al igual que otras comunidades autónomas ha tenido un par de procesos de oposiciones más «pero no han dado, ni mucho menos, cobertura a toda la gente que estaba en el mercado laboral».

Sólida formación

Reyes es tajante cuando dice que las jóvenes graduadas se marchan «porque aquí ahora mismo no tienen ninguna salida» pero en el lado positivo destaca que las enfermeras españolas disponen de la mejor formación de toda Europa debido a la fuerte carga práctica que tiene aquí la carrera, por lo que no es difícil que encuentren empleo en los países con déficit de estas profesionales. «De hecho, es frecuente que encuentren allí que hay bastante diferencia a su favor entre lo que ellas saben y lo que saben las enfermeras del país», añade.

Mayores complicaciones plantea el idioma: «Antes, en Gran Bretaña, por ejemplo, les daban un curso de inglés durante un mes antes de incorporarse al trabajo si no venían muy duchas en el idioma pero ahora ya no porque es tanta la demanda que, directamente, se inclinan por las que mejor manejan la lengua».