Protegen y consolidan el yacimiento de icnitas de Quintanilla de las Viñas

Belén Antón / Quintanilla
-

Una pérgola cubre las huellas fósiles, alrededor de las cuales se ha colocado una valla de madera para evitar que se puedan pisar

Las sesenta huellas de dinosaurio de este importante yacimiento (tienen más de 140 millones de años) están ahora protegidas con una pérgola y valla perimetral. - Foto: Azúa

El yacimiento de icnitas de Las Ereas 7, situado en Quintanilla de las Viñas y que se formó hace aproximadamente 144 millones de años, cuando los dinosaurios transitaban por las orillas de un lago de aguas profundas, ha sido objeto recientemente de un proceso de consolidación para frenar en lo posible su deterioro y mantener las huellas fósiles que contiene.

Dentro de las actuaciones que se han llevado a cabo en él destaca la colocación de una pérgola o cobertizo sobre las icnitas para evitar así que caiga directamente sobre ellas el agua de lluvia o la nieve. También se han instalado dos paneles informativos que explican, entre otras cosas, cómo las huellas aportan mucha información sobre estos animales, cómo es en la actualidad y cómo era hace millones de años el entorno de estas huellas, y diferentes datos sobre ellas, como su tamaño o el tipo de dinosaurio.

Durante la actuación, como señalan los paneles informativos, también se han sellado grietas, cementado partes sueltas de las rocas, construido un pequeño muro de piedra para evitar que llegue hasta ellas el agua que discurre por la ladera e instalado una valla de madera alrededor de las mismas para evitar que se pisen.

Este yacimiento presenta 60 icnitas de dinosaurios saurópodos (herbívoros cuadrúpedos de gran tamaño), terópodos (carnívoros) y se cree que también ornitópodos, que eran herbívoros. De los saurópodos sobresale un rastro muy bien conservado, que es que en su avance realiza un giro. En algunas huellas de sus patas traseras han quedado marcados cuatro dedos dirigidos hacia adelante, una característica singular dentro de las huellas saurópodas conocidas.

En los pies de los saurópodos destaca la presencia de un primer dedo con una pezuña muy desarrollada y de otros cuatro dedos, todos ellos algo girados hacia su parte lateral. Su planta, según se explica, estaría protegida por una especie de almohadilla que recuerda a la de los elefantes. Una característica de estos dinosaurios es que eran digitígrados, es decir, que al andar apoyaban sólo los dedos sobre el suelo. Como curiosidad, alguna de estas huellas alcanzan los 97 cm. de longitud.

En una isla

Hace 144 millones de años, cuando estos animales vivían por esta zona de la provincia burgalesa, la Tierra presentaba un aspecto muy diferente al actual. Por ejemplo, la península ibérica era una isla bajo un clima subtropical. El paraje de Las Ereas estaba dominado por un gran lago y por bosques de coníferas y benetitales, ya extinguidas. En esa época estaba terminando el periodo Jurásico y comenzaba el Cretácico y las faunas de dinosaurios estaban sufriendo cambios importantes en todo el mundo. Del predominio de los saurópodos se fue pasando paulatinamente a la mayor abundancia de los ornitópodos.

El que todos podamos disfrutar de algo tan singular como estas huellas es gracias al trabajo que realiza el Colectivo Arqueológico y Paleontológico Salense (CAS). En esta actuación han contado con la colaboración económica de Red Eléctrica de España.