Un ladrón intenta evitar su arresto causando un tumulto en Las Llanas

P.C.P. / I.E. / Burgos
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La Policía Local detuvo a D.J.G. después de que le denunciaran por robar 4 cazadoras y un móvil. Azuzó a los presentes contra los agentes y algunos les tiraron vasos y botellas

El suceso se produjo a las 4.30 de la mañana del domingo en Huerto del Rey. - Foto: Sara Vélez

Acudieron a requerimiento de las víctimas de un robo y acabaron temiendo por su propia integridad física. No solo por la violenta actitud del delincuente, a lo que desgraciadamente pueden estar más acostumbrados, sino de las personas que presenciaron su arresto la madrugada del sábado al domingo en La Flora.    

Una dotación de la Policía Local que integra el operativo habitual nocturno en las zonas de ocio fue requerida por un joven en la esquina de la calle Arco delPilar con Huerto delRey, alrededor de las 4.30 de la mañana del domingo. Explicó a los agentes que a varios de sus amigos les habían robado las cazadoras y otros efectos en un bar, y que el sospechoso estaba allí mismo.

Nada más señalarle, los funcionarios se dirigieron hacia él y lograron interceptarlo en su primer intento de huida. Fue identificado como D.J.G., de 24 años, un viejo conocido de la Policía vinculado a un grupo radical hace años. Además de dirigir todo tipo de improperios contra los chicos que le habían delatado -presuntamente sus propias víctimas- se dirigió a las decenas de personas que se habían congregado a su alrededor para incitarles contra los agentes.

Aprovechando el tumulto, hubo quien no dudó en seguir las consignas del sospechoso y lanzar vasos y botellas contra la patrulla, que en vista de la tensión generada se vio obligada a pedir refuerzos, momento que aprovechó el sujeto para zafarse de los agentes y echar a correr hasta la calle FernandoIIIEl Santo. Uno de los policías le siguió a pie mientras su compañero tomaba otra ruta para cortarle el paso con el coche. A los pocos segundos era de nuevo atrapado.Tras reducirle entre insultos, escupitajos e intentos de agresión, según el relato de las fuentes consultadas por este periódico, pidieron refuerzos a Comisaría y a la Policía Local, ya que de nuevo se concentraron en la zona muchos jóvenes y se volvió a repetir el lanzamiento de objetos.

Antes de que arrancara el coche y durante la lluvia de vasos y botellas, el sospechoso rompió de una patada el cristal de una ventanilla del coche policial y también la mampara que separa los asientos traseros de los delanteros. Salió del coche, los agentes le cogieron y le tuvieron que inmovilizar las piernas para que no las volviera a usar contra el vehículo.

En el traslado a la Comisaría no dejó de intentar soltarse los grilletes e incluso intentó tirarse del coche en marcha, lo que fue impedido por los agentes, a los que siguió faltando al respeto e intentando agredir, incluso a mordiscos, durante todo el camino. Una vez en las dependencias del Cuerpo Nacional de Policía, como se había provocado algunas lesiones, decidieron conducirlo hasta el Hospital Universitario para que fuera atendido en Urgencias.

Incluso en ese trayecto siguió insultando a los agentes, a los que amenazaba continuamente e intentó morder en alguna ocasión. Al final, el delincuente pasó la noche en los calabozos de la Comisaría.

Fuentes policiales concretaron que al sospechoso se le imputan los delitos de hurto de 4 cazadoras y un móvil, lesiones y daños.