Faltan tres días para que el partido más votado de España conozca quiénes aspiran a ser su timonel en la larga travesía en el desierto que le espera. El pasado jueves, el exministro José Manuel García-Margallo anunció que optará a liderar Génova. De momento, recoge avales... y críticas.  

¿Usted cree que el futuro del PP y quizás de España pasa por un señor que tiene casi 74 años?

Hay una anécdota del expresidente de EEUU Ronald Reagan en un debate electoral en 1984 con Walter Mondale, que le atacó por ahí al tener 56 años y su rival 73. Con elegancia, el actor le dijo:«Mire, no voy a hacer de mi edad campaña, pero también prometo que no me voy a aprovechar de la juventud y la inexperiencia de mis adversarios». 

Pues aquí las canas están prohibidas. El presidente tiene 46 años, Pablo Iglesias, 39; Albert Rivera, 38...

Será un hándicap, pero yo creo que lo importante es si las ideas son jóvenes o no.  Hay políticos muy jóvenes que tienen vértigo al futuro y al cambio, y otros más mayores que son conscientes de que cuando cambian los tiempos hay que cambiar todas las formas de hacer política y las instituciones.  

¿Usted realmente quiere presidir el PP o solo es una maniobra para que Feijóo dé el paso de una vez?

Cuando adopto una posición, la adopto con todas sus consecuencias. Yyo me he pasado la vida en este proyecto, antes en UCD, y antes en el primer Partido Popular. Yme he pasado todos estos años escribiendo e imaginando soluciones para España a través del PP. Por eso no se puede decir que esto sea una mera maniobra táctica. Voy en serio.  

Muchas voces en el partido dicen que es mejor que se presente un solo candidato, yllega usted y la lía. Yencima dice que no quiere un concurso de Miss Universo.  

Quiero un debate de ideas. Mi punto débil es que las mías están por escrito (su último libro fue Por una convivencia democrática), por lo que son infinitamente más fáciles de criticar. 

Ha señalado a dos personas. A Feijóo en lo positivo y a Sáenz de Santamaría en lo negativo. Sobre Cospedal no ha dicho nada. ¿Sería una buena presidenta?

Todos me parecerían unos buenos presidentes, unos mejores que otros. Los militantes deben decidir, y digo los militantes. Este debe ser un Congreso abierto en el que no van a seguir la dirección de ningún aparato. Se han hartado de asistir a la función y quieren es ser parte de ella.  Un partido está vivo en tanto sus militantes están vivos. Me parecería absurdo que en un momento así, no se pronuncien. Esto es patriotismo y militancia cívica, como diría Ortega. No tienen sentido los militantes mudos. 

Si usted es presidente del PP, ¿qué es lo primero que haría? 

¡No se lo voy a contar a usted! (risas). 

Pues cambio. ¿Le gusta Rafael Hernando como portavoz? ¿Les viene bien un bulldog en estos tiempos?

Es un portavoz muy sólido, ha mantenido la unidad del grupo y tiene su propio estilo parlamentario. Oiga, que estas cosas de la política no son para casarse o pasar el fin de semana. Ycuando dicen que tengo enfrentamientos personales... ¡Yo no los tengo con nadie! Bastante tengo con recoger las firmas, una a una. Mi aparato electoral es mi mujer, mi asistente y yo (risas). ¡La labor de apostolado mía es más que meritoria! Ni los apóstoles... 

Si le sirve de consuelo, Sánchez, por el que nadie daba un duro, cogió su coche y sin medios, sin aparato...  

¡Contra el aparato! Al final seré como la Princesa de Gales, la princesa del pueblo. Yo voy a acabar siendo el candidato de las bases. Hay otros aspirantes que van en primera y otros en misery class. 

¿Usted cree que es sano que el presidente del PP no tenga por qué ser cabeza de cartel en las generales? 

¡Hay que elegir al mejor situado! Si es el presidente bien, y sino, se cambian los estatutos. Cuando estás en política y tienes un proyecto, lo que quieres es llegar al Gobierno para ponerlo en marcha. Lo importante es ganar las elecciones. Esto es como lo que tenemos que hacer en Rusia:será el 9 el que esté mejor.  

Por desgracia, esa mentalidad no está muy extendida. El político quiere ser el primero en todo.  

Ese defecto lo tenemos todos los políticos. Queremos ser la novia en la boda y el muerto en el entierro. 

Hablando de entierros, ¿el que le hicieron a Rajoy fue bueno? En España se hacen los mejores.  

Eso pregúnteselo a Suárez. Cuando se presentó solo en las elecciones del 82 sacó dos escaños y luego lo beatificaron. Muerto estorbas menos. 

¿Qué debía haber hecho tras la sentencia de la Gürtel? 

Dimitir y seguir como presidente en funciones hasta que se hubiera producido una investidura. Porque no es lo mismo votar para echar a Rajoy que votar para hacer a Sánchez presidente del Gobierno. Esto no es nuevo. Cuando Suárez dimite en 1981, sigue hasta la investidura de Calvo Sotelo. La Constitución es muy sabia, no había ningún vacío.   

Dígame la fórmula mágica para recuperar los votos que les robó Cs. 

El centro derecha está fracturado. Ese no era el dibujo de la Transición. Había dos grandes partidos que ocupaban la centralidad y se alternaban sin problemas. Ytodo lo que había enmedio distorsionaba el sistema, que lo expulsaba. Por eso fracasan el CDS, PRD, UPyD... El juego era eso. Yahora vemos que si se fragmenta el centro derecha, gana la izquierda. Eso hay que restablecerlo. La solución se encuentra en una coalición electoral con Ciudadanos como hizo UCD en 1977. No veo diferencias insalvables. Es la única forma de recuperar el Gobierno. Ycréame que la alternativa, que es Sánchez apoyado por 22 formaciones con las que no coincide en nada, no es buena. 

Difícil papeleta para el madrileño.  

Tiene a Borrell, que es un españolista como Dios manda, y a ERC, Bildu y el PDeCAT, que quieren dinamitar España. Si coge usted el eje financiero, están los que defienden la economía social de mercado, los burgueses de Neguri y Pedralbes y los anticapitalistas de Kichi en Cádiz. Si es la política internacional, tenemos a quien quiere estar en la OTAN y quien quiere aliarse con Irán y Venezuela... Esto es imposible de manejar. No hay ni un solo proyecto de este Ejecutivo. Gobiernan con nuestros Presupuestos, chapa y pintura para la reforma laboral, que era herética... España no puede estar paralizada con lo que está ocurriendo. ¡Es que se está refundiendo la Unión Europea!

Una Unión Europea que tiene poco de unión tras lo visto con la Justicia belga y alemana con Puigdemont.   

Ha sido un error. Lo que ha hecho la Justicia alemana es un torpedo en la línea de flotación de la cooperación judicial, necesaria para garantizar la libre circulación de personas. 

¿Cuándo tomó la decisión de dar este paso? 

Mire, yo ya tuve mis diferencias con la vicepresidenta en el tema de la cuestión catalana en 2003, cuando Maragall anunció la reforma del Estatut. Me manifesté a favor de hacer un texto alternativo, del que redacté una parte, para estar sentados en la mesa de negociación y plasmar nuestra idea de Cataluña. A partir de ahí, mis discrepancias han sido absolutas. Siempre dije que había que tomárselo en serio, sobre todo a partir de 2012, con el Acuerdo de Transición Nacional entre Mas y Junqueras. También defendí que había que estar presente en todos los medios catalanes por muy hostiles que nos fueran para impedir que hubiera un pensamiento único. Y, por último, señalé que el partido se jugaba fuera y no dentro. Había que evitar los reconocimientos y la simpatía internacionales. Por eso me dediqué en cuerpo y alma a combatir el separatismo en el extranjero. Gracias a Dios conseguí una resolución de la ONU en la que los 193 miembros se manifestaron en contra de las secesiones unilaterales, exhortando a todos los Estados miembros a no reconocerlas. Tuvimos en la UE declaraciones extraordinariamente severas al respecto. Ytodos los viernes había una reunión en Exteriores en la que se seguían las actuaciones de los separatistas y se daban instrucciones para que cualquier manifestación fuese inmediatamente replicada. Hay una cosa que el president Torra dijo en un discurso y en la que yo creo:«La política que no hagamos nosotros la harán otros contra nosotros».  

¿Cree que el artículo 155 se aplicó correctamente? 

Llegó tarde y con suavidad. Debió haberse aplicado el 9-N. Hubiese sido sencillo evitarlo. Siempre dije que era un proceso degenerativo que iba a necesitar una operación quirúrgica cuanto antes, y limpiar bien para evitar metástasis. El 155 fue una bomba nuclear para que las cosas sigan igual:han abierto el Diplocat, los medios siguen actuando de la misma manera, no se ha hecho nada para que se cumplan las sentencias en materia de lengua... Ha sido un 0,155. 

¿Fueron las elecciones apresuradas? 

Claro. Había que posponerlas para poner orden y evitar que los tiempos judiciales interfiriesen en los políticos. Los separatistas van a convocar elecciones en el momento en el que los juicios estén en el punto álgido y las emociones a flor de piel. 

Sí, porque a la gente le dio y le da igual la fuga de empresas, las calabazas de la UE, la malversación... 

La prueba del 9 es que en 2011 había un 20 por ciento de separatistas y hemos llegado al 49 después del 155. El nacionalismo nace tras la pérdida de nuestros territorios ultramarinos, y ahí se produce la sensación del fin de España. Unos cortan amarras con un barco que se hunde y otros, los regeneracionistas, se vuelcan en una España sin pulso para devolvérselo. Es necesario una gran regeneración política, modernizar las instituciones (Constitución, Senado, sistema de financiación...) y un gran cambio de modelo económico para garantizar salarios dignos y acabar con el déficit de futuro de los jóvenes. Esto es una solución para toda España, no hay que buscar parches para Cataluña ni premiar a los golpistas. Yeso es bueno para todos.   

Pues esto pinta mal:cuelgan pancarta a favor de los presos en la Generalitat, intentan hacer un traspaso de carteras en la cárcel, el jefe de los Mossos dimite para no acabar como Trapero, JxCat insiste en investir a Puigdemont, Artadi dice que no pueden renunciar a la unilateralidad y la desobediencia...  

Hay cosas más graves:han montado estructuras paralelas, el Consell de la República y la Asamblea de Electos, para el empoderamiento de la calle y discutir el proyecto constitucional... Yvan a restablecer todas las leyes que fueron anuladas por el Constitucional, que fue lo que pasó en 1934. Desafiarán permanentemente sin pisar la raya para no ir a la cárcel.  

Quieren reponer artículos del Estatut declarados inconstitucionales. Pero esto no lo pidió Torra, ni Artadi, ni Puigdemont, ni Junqueras, sino lo ha propuesto la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet. 

Esto no hay que hacerlo como un gesto para congraciarse con los separatistas, que lo van a interpretar como un signo de debilidad. Si vas a modificar cosas, debes tener un dibujo completo de cómo se encaja la situación de Cataluña en España, y con las garantías de que ellos van a cumplir la Constitución. Yahí es dónde hay que mirar las medidas concretas. Empezar por éstas sin saber el final ni lo que consigues a cambio me parece un disparate. 

Esto ya suena viejo.  

En 1980, en una conversación entre Jordi Pujol y uno de sus grandes colaboradores, Jaume Ciurana, éste le dijo:«No podemos confundir la táctica con la estrategia, que es la independencia». Yahí empieza el proceso de construcción de país que está muy detallado en 1990. Ellos tuvieron una hoja de ruta pública. Otra cosa es que no se haya querido ver.  

Y Batet y Marlaska presionan a Llarena para que acerque a los presos.

Los jueces se equivocan como nos equivocamos todos, pero que el Gobierno indique la dirección que deben tomar es muy peligroso. 

¿A Borrell lo va a utilizar Sánchez como hizo Felipe con Garzón? 

La edad tiene ventajas. Cuando uno lo ha sido todo en política, traga muy poquito, y Borrell no dejará que lo manejen como coartada.