La Oficina del Servicio Público de Empleo de Aranda de Duero necesita más medios humanos para poder atender a la población que les corresponde. En la actualidad, la oficina de la capital ribereña, que también presta servicio a los habitantes de ochenta pueblos de la comarca, cuenta con seis empleados: tres funcionarios, dos interinos y un laboral. Insuficientes si se comparan con los del resto de las otras siete sedes del Ecyl en la provincia de Burgos, ya que cotejando el número de habitantes y de inscritos a los que ofrecen cobertura con el de trabajadores, los datos hablan solos. Dividiendo el número de inscritos por trabajador de cada oficina, en Aranda salen 482, seguido de Briviesca (351) y de las tres de la capital: Calzadas (333), Capiscol (331) o Infantas (316).
En la oficina de la Ribera, que atienden a una población de 49.743 habitantes y 2.897 inscritos, cuentan con seis empleados, mientras que en la oficina de Capiscol, en la capital, tienen un radio de acción de 22.496 habitantes, con 3.973 inscritos y doce trabajadores. En la de Infantas tienen siete trabajadores (uno más que en la Ribera), para atender a una población de 16.399 y 2.216 inscritos (número bastante inferior al de Aranda); y en la de Calzadas, por ejemplo, hay quince trabajadores para 4.995 parados, según datos ofrecidos por el Servicio de Empleo de Castilla y León.
En la oficina de Aranda son solo seis personas y en ella el trabajo sale adelante cada día a costa de duplicar el esfuerzo de los empleados que trabajan en esta oficina. De hecho, en las sedes en las que hay más personal, cada uno se dedica a áreas específicas, como solo oferta o solo demanda, pero en el caso de Aranda, los trabajadores tienen que saber desempañar todas las funciones, ya que si uno falta en un momento dado, su cometido lo puede desempeñar otro empleado. Una carga de trabajo que genera estrés en ciertos casos y es que en la oficina del Ecyl de Aranda faltan tres puestos por cubrir.
Además, desde hace un tiempo, también disponen de personal de seguridad, ya que en determinados momentos se han vivido situaciones complicadas en la oficina entre trabajadores y personas que acuden a ella. Desempeña su labor de 9 a 12, no durante las 6 horas en las que la oficina está abierta para atender al público, como sí sucede en las de Hacienda o en la Seguridad Social.
La oficina de Aranda cuenta además con otra peculiaridad respecto al resto de las de la provincia, los temporeros que acuden a trabajar en los viñedos. En septiembre acuden muchos a inscribirse y en octubre y noviembre a preguntar si tienen derecho a prestaciones, independientemente de que estén empadronados aquí y hay días que es desbordante.
Respecto al número de parados, más o menos se mantiene estable. Según los últimos datos, hay 2.897 inscritos, de los cuáles 1.169 son hombres y 1.728 son mujeres, lo que supone el 59,6%, el porcentaje más alto de la provincia, situando a la oficina de Aranda como la que más mujeres tiene apuntadas al servicio de empleo en la provincia. Respecto a las edades de los inscritos, el 8% tiene menos de 25 años y el 92% restante más de esa edad. En este caso, Aranda es la tercera oficina en cuanto al número de inscritos menores de 25, por debajo de Miranda, en la que hay un 8,4% que cumpla este requisito y la de Calzadas en Burgos, con 8,1%.