La noche no muere si es una noche de rock

I.L.H. / Burgos
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Burning, Los Suaves y Saratoga sumaron más de seis horas de música en el campo de fútbol de El Plantío. Unas 2.000 personas compartieron una jornada plagada de clásicos

El look de moda era el negro; con distintas firmas musicales, pero todas oscuras. Las camisetas de los gatos ganaron la partida al resto de preferencias, incluida la de algún despistado que se mantuvo fiel a Obús pese a que el televisivo Fortu canceló el concierto por estar en una isla haciéndose el superviviente. Era la noche del rock and roll de Los Burning, el rock heavy de Los Suaves y el heavy metal de Saratoga y ya solo en la vestimenta era evidente.

El Festival Burgos Rock lo iniciaron Los Burning, que tuvieron hora y media para presentar algunos temas de su último disco, Pura sangre, y los clásicos, que fueron los más aplaudidos. «Hace unos años estuvimos aquí -gritó Cifuentes-. No nos hemos movido, estamos en la misma baldosa y el corazón sigue intacto», gritó para recordar su presencia en Burgos hacia hoy 40 años, en lo que ha pasado a la historia como el Festival de La Cochambre por el titular que La Voz de Castilla utilizó para calificar a los jóvenes melenudos que acudieron a la plaza de toros a escuchar a Triana, Bloque, Alcatraz, Eva Rock, John Campbell, Storm, Orquesta Marisol, Eduardo Bort, Companya Electrica, Dharma, Gualberto, Tilburi, Falcons, Granada, Tartessos e Iceberg.

Aquel evento, histórico y legendario al menos en el recuerdo,  reunió a unos 2.000 espectadores, aproximadamente la misma cantidad que se registró anoche en el campo de fútbol de El Plantío. «Un poquito de rock and roll», siguió gritando Cifuentes tras tocar  ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? y anunciar estar deseoso de «cañear» con el público. Con el tema Esto es un atraco, el teclista y cantante abrió una botella de champán para anunciar el fin de fiesta que llegaría con las canciones de toda la vida: Ginebra seca, Mueve tus caderas, No es extraño que tú estés loca por mí, Nena y, por supuesto, Una noche sin ti (la de... Dan las 6 sintonizo a los Stones, recuerdos del pelo largo, viejos blues queridísimo Erick Burdom...).

Con el ambiente ya caldeado, llegó a medianoche el turno de Los Suaves. Los de las camisas negras que con Los Burning se resistieron a bailar, empezaron a moverse electrizados con las canciones de los de Orense desde el inicio, que empezaron con Los sueños se van, Palabras para Julia y  Maldita sea mi suerte.

El concierto de Los Suaves, que forma parte de su gira de despedida, contó con un repertorio que, en palabras del bajista Charli Domínguez, «resulta más complicado que hacer canciones». Con Dulce castigo interpretado casi al final, canción que al principio de la gira habían descartado, y después de que hubiese sonado Dolores se llamaba Lola, se elevaron los decibelios de este Festival Burgos Rock que Yosi y los suyos despidieron con La noche se muere.

Pero no era del todo cierto. A la noche aún le quedaba mucha vida con la actuación de Saratoga, que empezaba a eso de las 2.30 de la mañana.